4/04/2019, 16:47
El hombre miró de reojo a las bisagras y sonrió.
—Dalo por hecho, Akame-san.
Mientras Akame continuaba hablando, Yasashi desabrochó el botón de su chaqueta y la abrió, alisándola con una mano en el gesto para matar cualquier mínima arruga. Y es que aquel hombre vestía impoluto: un traje enteramente blanco —camisa, corbata y zapatos incluidos—, con un pañuelo azul con lunares blancos asomando en el bolsillo de su pecho como única nota que desentonaba entre tanta blancura.
—Esto no tiene por qué ser así, Akame-san —dijo, viendo la predisposición negativa del prisionero a colaborar—. Antes de nada, discúlpame por mis malos modales. Mi nombre es Yasashi, y estoy aquí, como ya te has imaginado, para saber quién eres y para quién has estado trabajando —dijo, con la misma naturalidad y tranquilidad con la que un doctor anunciaría que debía realizarle muestras de sangre.
Sacó de un bolsillo de su pantalón un reloj de mano, y, tras consultar la hora, extrajo una libretita negra con bolígrafo —también negro—, de un bolsillo interior de su chaqueta. Abrió una página en blanco y Akame pudo ver que estaba apuntando la hora.
—Dime, Akame-san. ¿Vas a responder a mis preguntas? —¿O se ahorraban ya la parte del interrogatorio?
—Dalo por hecho, Akame-san.
Mientras Akame continuaba hablando, Yasashi desabrochó el botón de su chaqueta y la abrió, alisándola con una mano en el gesto para matar cualquier mínima arruga. Y es que aquel hombre vestía impoluto: un traje enteramente blanco —camisa, corbata y zapatos incluidos—, con un pañuelo azul con lunares blancos asomando en el bolsillo de su pecho como única nota que desentonaba entre tanta blancura.
—Esto no tiene por qué ser así, Akame-san —dijo, viendo la predisposición negativa del prisionero a colaborar—. Antes de nada, discúlpame por mis malos modales. Mi nombre es Yasashi, y estoy aquí, como ya te has imaginado, para saber quién eres y para quién has estado trabajando —dijo, con la misma naturalidad y tranquilidad con la que un doctor anunciaría que debía realizarle muestras de sangre.
Sacó de un bolsillo de su pantalón un reloj de mano, y, tras consultar la hora, extrajo una libretita negra con bolígrafo —también negro—, de un bolsillo interior de su chaqueta. Abrió una página en blanco y Akame pudo ver que estaba apuntando la hora.
—Dime, Akame-san. ¿Vas a responder a mis preguntas? —¿O se ahorraban ya la parte del interrogatorio?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado