4/04/2019, 17:36
«Vale... Vale... Creo que lo estoy haciendo bien. Pero ahora, ¿qué demonios le digo? Tengo que desviar la conversación de alguna manera. Piensa, piensa, ¡Uchiha Akame, piensa!» El jōnin guardó silencio, manteniéndole la mirada a aquel tipo que anotaba cosas en su libreta. «¿Qué haría Datsue...?»
El Uchiha se revolvió en su precario asiento, emitiendo un gruñido de molestia. Como si acabara de darse cuenta de que estaba cubierto de harapos, en una celda fría y húmeda, con las manos esposadas y el culo helado, Akame se llevó una mano al mentón.
—¿Sabes, Yasashi-san? Creo que he reconsiderado tu oferta. Un cojín me vendría de perlas, tengo el culo como una carpeta. ¿Cuánto tiempo me he llevado aquí? —preguntó con fingido interés—. ¿No había unas cadenas más largas? Apenas me noto los brazos, y es una verdadera molestia. Creo que estaría bastante más dispuesto a colaborar si pudiera rascarme las pelotas de tanto en tanto... Me pican.
El Uchiha se revolvió en su precario asiento, emitiendo un gruñido de molestia. Como si acabara de darse cuenta de que estaba cubierto de harapos, en una celda fría y húmeda, con las manos esposadas y el culo helado, Akame se llevó una mano al mentón.
—¿Sabes, Yasashi-san? Creo que he reconsiderado tu oferta. Un cojín me vendría de perlas, tengo el culo como una carpeta. ¿Cuánto tiempo me he llevado aquí? —preguntó con fingido interés—. ¿No había unas cadenas más largas? Apenas me noto los brazos, y es una verdadera molestia. Creo que estaría bastante más dispuesto a colaborar si pudiera rascarme las pelotas de tanto en tanto... Me pican.