4/04/2019, 17:58
(Última modificación: 4/04/2019, 17:59 por Uchiha Akame.)
«¿Está... Está funcionando?», se preguntó el shinobi, incrédulo. El hecho de que hubiese sido capaz de ejecutar una estratagema sólo con sus palabras era algo que nunca había experimentado; no por nada Akame había sido, siempre, un muchacho poco carismático y hablador. Poco dado a las tretas dialécticas. «Hay que joderse, hasta estando encadenado en este agujero voy a aprender algo...» Observó a Yasashi marcharse con una sonrisa contenida de triunfo, mientras disfrutaba de los cinco minutos de soledad que su táctica le había ganado.
«¿Estará Datsue ya de camino?»
Pobre iluso. Cuando Yasashi volvió, el Uchiha chasqueó la lengua. Esperaba que fuese a tomarle más tiempo, pero el interrogador no quería perderlo en demasía. Akame levantó el culo para que el otro pudiera colocarle el cojín, y luego se quedó mirando la taza de té que tan obviamente fuera de su alcance reposaba en el suelo.
—¿Y cómo se supone que voy a tomármelo? —inquirió, meneando la cabeza.
«Recuerda lo que haría Datsue. Tampoco puedes tirar demasiado del hilo o se romperá, tengo que darle algo... O la ilusión de algo. Si no, me dará puerta y habré perdido mucho más tiempo del que quiero ganar...»
—¿El método de contacto? Pues verás, Yasashi-san... El método —carraspeó—, el hipotético método, recordemos que no me he declarado culpable de nada, ¿eh? El hipotético método consiste en algo que, digamos, ninguno de los Sabios Uzumaki había pensado. Los muros de Uzushiogakure no son tan sólidos como la sabiduría popular cree...
En ese momento pareció caer en la cuenta de algo, y chasqueando la lengua otra vez, negó con la cabeza.
—Aunque, claro, necesito garantías. Seguro que lo entiendes. Algo que me asegure que voy a salir de aquí de una pieza y con todos mis miembros en su sitio, si destapo el pastel... Hipotéticamente hablando, claro.
«¿Estará Datsue ya de camino?»
Pobre iluso. Cuando Yasashi volvió, el Uchiha chasqueó la lengua. Esperaba que fuese a tomarle más tiempo, pero el interrogador no quería perderlo en demasía. Akame levantó el culo para que el otro pudiera colocarle el cojín, y luego se quedó mirando la taza de té que tan obviamente fuera de su alcance reposaba en el suelo.
—¿Y cómo se supone que voy a tomármelo? —inquirió, meneando la cabeza.
«Recuerda lo que haría Datsue. Tampoco puedes tirar demasiado del hilo o se romperá, tengo que darle algo... O la ilusión de algo. Si no, me dará puerta y habré perdido mucho más tiempo del que quiero ganar...»
—¿El método de contacto? Pues verás, Yasashi-san... El método —carraspeó—, el hipotético método, recordemos que no me he declarado culpable de nada, ¿eh? El hipotético método consiste en algo que, digamos, ninguno de los Sabios Uzumaki había pensado. Los muros de Uzushiogakure no son tan sólidos como la sabiduría popular cree...
En ese momento pareció caer en la cuenta de algo, y chasqueando la lengua otra vez, negó con la cabeza.
—Aunque, claro, necesito garantías. Seguro que lo entiendes. Algo que me asegure que voy a salir de aquí de una pieza y con todos mis miembros en su sitio, si destapo el pastel... Hipotéticamente hablando, claro.