4/04/2019, 18:30
Ignorante de la fortuita casualidad que entrelazaba su cautiverio con el de Koko, y que de seguro iba a proseguir —que no terminar— del mismo trágico modo, Akame sopesó la oferta de Yasashi. Tenía sed, pero en su orgullo le picaba el que tuvieran que darle de beber como a un niño de pañales. Pecando, tal vez, de falta de pragmatismo —algo que no podía achacársele a Uchiha Akame normalmente—, el jōnin negó con un seco movimiento de cabeza.
—No, déjalo. Ni siquiera me gusta el té negro.
Así, el lance entre interrogado e interrogador proseguía. Yasashi contraatacaba con un argumento que Akame no tardó en deflectar, como si de un rechace de espada se tratase.
—Claro que quiero ahorrarme el teatro, por eso me vale mierda eso que me dices. También está en el manual —apuntilló, con una media sonrisa de desprecio—. Lo que yo quiero son garantías. Reales. Pasaje seguro fuera de la Aldea y diez mil ryos en efectivo. Al fin y al cabo, hipotéticamente, os voy a dar una información de lo más jugosa. Nombres, rutas seguras, alijos, —empezó a enumerar—, ninjas comprados. Información de primera sobre muchas cosas que han estado ocurriendo, y ocurren, delante de vuestras propias narices... Un chivatazo que, por cierto, os servirá para tirar a una de las mayores organizaciones clandestinas de Oonindo.
»Hipotéticamente.
—No, déjalo. Ni siquiera me gusta el té negro.
Así, el lance entre interrogado e interrogador proseguía. Yasashi contraatacaba con un argumento que Akame no tardó en deflectar, como si de un rechace de espada se tratase.
—Claro que quiero ahorrarme el teatro, por eso me vale mierda eso que me dices. También está en el manual —apuntilló, con una media sonrisa de desprecio—. Lo que yo quiero son garantías. Reales. Pasaje seguro fuera de la Aldea y diez mil ryos en efectivo. Al fin y al cabo, hipotéticamente, os voy a dar una información de lo más jugosa. Nombres, rutas seguras, alijos, —empezó a enumerar—, ninjas comprados. Información de primera sobre muchas cosas que han estado ocurriendo, y ocurren, delante de vuestras propias narices... Un chivatazo que, por cierto, os servirá para tirar a una de las mayores organizaciones clandestinas de Oonindo.
»Hipotéticamente.