5/04/2019, 16:36
La voz de aquel chico le taladró los oídos. Akame notó cómo todos sus músculos se contraían de pura rabia, cómo un volcán furioso hacía erupción en sus entrañas. Deseó ser en ese momento el verdadero hijo de Susano'o para romper aquellas molestas cadenas y descargar toda su ira contra aquel chico. Quiso destrozarle, miembro a miembro, arrancarle la piel a tiras y beber su sangre. Probablemente aquellos pensamientos eran más propios de Shukaku que de Akame El Profesional, pero después de tantos días en solitario confinamiento, el Uchiha había empezado a no ser capaz de distinguir la fina línea que les separaba.
Porque, claro, en palabras del propio Hanabi... Hōzuki Chokichi era la principal razón por la que él estaba allí. «¿¡Pero cómo cojones!? ¿¡Cómo mierda este fracasado sin talento me robó las fotografías!? ¿O es que tuvo ayuda de fuera?» Aquella duda estaba maltratando su cordura. Akame era incapaz de concebir que un ninja tan mediocre en todo —excepto en pasar desapercibido— como Chokichi hubiera sido capaz de burlar sus medidas de seguridad y rescatar aquel sobre.
«¿Acaso tuvo ayuda? ¿Acudió a alguno de los ninjas de la Villa?»
—Chokichi-san, qué bueno verte. Veo que al fin acudes en ayuda de tu maestro; hazme un favor y quítame estas cadenas, ¿sí? Sé un buen alumno —pidió entre toses, con la voz rota—. Luego podremos retomar nuestras lecciones, todavía te queda tanto por aprender...
Porque, claro, en palabras del propio Hanabi... Hōzuki Chokichi era la principal razón por la que él estaba allí. «¿¡Pero cómo cojones!? ¿¡Cómo mierda este fracasado sin talento me robó las fotografías!? ¿O es que tuvo ayuda de fuera?» Aquella duda estaba maltratando su cordura. Akame era incapaz de concebir que un ninja tan mediocre en todo —excepto en pasar desapercibido— como Chokichi hubiera sido capaz de burlar sus medidas de seguridad y rescatar aquel sobre.
«¿Acaso tuvo ayuda? ¿Acudió a alguno de los ninjas de la Villa?»
—Chokichi-san, qué bueno verte. Veo que al fin acudes en ayuda de tu maestro; hazme un favor y quítame estas cadenas, ¿sí? Sé un buen alumno —pidió entre toses, con la voz rota—. Luego podremos retomar nuestras lecciones, todavía te queda tanto por aprender...