5/04/2019, 17:14
(Última modificación: 5/04/2019, 17:15 por Uchiha Akame.)
Juego.
Set.
Partido.
Set.
Partido.
Después de aquella reunión, habría que añadir una nueva habilidad al expediente de Hōzuki Chokichi; probablemente adquirida no de Akame, sino de su Hermano. Sacar de quicio a la gente. Disparar a la línea de flotación. Apuñalar en el corazón. Porque lo que Chokichi decía, ¡era verdad! ¡Era la maldita verdad! Nadie había ido a visitarle. La esperanza de que Datsue, su propio Hermano, le rescatase, no había sido sino una vana ilusión. Un engaño. Ni siquiera había aparecido por allí. Estaba solo, y moriría solo; tal y como había vivido. Porque Akame se estaba dando cuenta con cada día que pasaba, con cada hora y minuto... Que sus estúpidas pretensiones de encontrar un hogar en Uzushiogakure habían sido un chiste. Una broma de mal gusto. Las peores pesadillas de Shukaku se le antojaban ahora como una premonición, como una revelación de la verdad que él, borracho de optimismo y cegado por sus estúpidos ideales, había sido incapaz de ver. Ahora incluso le parecía que el Ichibi hubiera estado advirtiéndole del futuro que le esperaba. ¿Había sido eso un acto de crueldad, como él siempre creyera, o de misericordia?
Llegados a ese punto, ya no lo tenía tan claro.
Akame se revolvió en su sitio, encadenado como una alimaña. Se retorció, se abrió las heridas de las muñecas tratando en vano de liberarse, desesperadamente, de aquellas cadenas. Rugió y ladró como un perro echando espumarajos de saliva por la boca, estirando el cuello como si tuviera la posibilidad de morderle la yugular al Hōzuki. Aulló de rabia.
—¡ERES UNA MIERDA, ERES UNA PUTA MIERDA, HIJO DE PUTA, TE VOY A MATAR! —babeaba, fuera de sí—. ¡ERES BASURA, OJALÁ PUDIERA APLASTARTE LA CABEZA COMO A LA MIERDA QUE ERES, MISERABLE, ESCORIA! ¡¡TE VOY A MATAR!! ¡¡SI ALGÚN DÍA SALGO DE AQUÍ, TE VOY A MATAR!! ¡LO JURO POR TODOS LO QUE ES SAGRADO EN ESTE MUNDO!
»¡RAAAAAAAARGH! MIERDA PUTA!