5/04/2019, 18:49
Pero Uchiha Akame no dijo nada.
Se quedó allí, con los brazos en alto y las piernas despatarradas sobre el suelo sucio, frío y húmedo. Con la vista fija en algún punto indeterminado de la piedra que conformaba aquella celda donde habría de pasar sus últimos días. Lejos de todo. Lejos de Yume. Incluso así, Akame pensó que habría sido mejor no volverla a ver, ni siquiera una vez. Sus ojos todavía no se atrevían a levantarse, a contemplar la que sería por última vez a aquella chica. Y lo deseaba, ¡vaya que si lo deseaba! Con todo su ser. Habría dado su Sharingan por poder mirarla una última vez...
Pero sabía lo que significaría. Prolongar no sólo su agonía, sino la de ella. Uchiha Akame ya estaba condenado, le habían pillado pero bien. Nada iba a salvarle de su final, nadie iba a sacarle las castañas del fuego esta vez. Ya ni siquiera pensaba que su Hermano fuese a rescatarle. La historia de Uchiha Akame el Profesional terminaba en aquella oscura celda, solo. «¿Y qué voy a hacer? ¿Joderle la vida para siempre, dejarle un puñal clavado en el corazón? No. Es mejor así...»
Así que allí quedó, con la mirada fija en el suelo de piedra de la mazmorra.
Se quedó allí, con los brazos en alto y las piernas despatarradas sobre el suelo sucio, frío y húmedo. Con la vista fija en algún punto indeterminado de la piedra que conformaba aquella celda donde habría de pasar sus últimos días. Lejos de todo. Lejos de Yume. Incluso así, Akame pensó que habría sido mejor no volverla a ver, ni siquiera una vez. Sus ojos todavía no se atrevían a levantarse, a contemplar la que sería por última vez a aquella chica. Y lo deseaba, ¡vaya que si lo deseaba! Con todo su ser. Habría dado su Sharingan por poder mirarla una última vez...
Pero sabía lo que significaría. Prolongar no sólo su agonía, sino la de ella. Uchiha Akame ya estaba condenado, le habían pillado pero bien. Nada iba a salvarle de su final, nadie iba a sacarle las castañas del fuego esta vez. Ya ni siquiera pensaba que su Hermano fuese a rescatarle. La historia de Uchiha Akame el Profesional terminaba en aquella oscura celda, solo. «¿Y qué voy a hacer? ¿Joderle la vida para siempre, dejarle un puñal clavado en el corazón? No. Es mejor así...»
Así que allí quedó, con la mirada fija en el suelo de piedra de la mazmorra.