5/04/2019, 19:59
Quizá Akame fuese un pésimo mentiroso, pero el rechazo y el desengaño eran armas muy poderosas, y si a eso se le añadía que los Dioses, por una vez, estaban con él en aquello —la escasa visibilidad impedían ver las lágrimas que se formaron en sus ojos—, obtenías a un héroe sacrificándose por un bien mayor.
O quizá simplemente Yume pensó que era un cobarde.
—Eres un mierda… ¡Eres un mierda! —le espetó con rabia, golpeando con las manos desnudas los barrotes que les separaban. Era una suerte que estuviesen allí, justo en aquel momento, interponiéndose entre ellos dos—. Te odio, te odio, te odio, ¡te odio, te odio, TE ODIO!
Yume apretaba con fuerza los dientes y trataba de no llorar. Pero no podía, no podía conseguirlo. Porque no lloraba porque le odiase…
Lloraba porque odiaba seguir amándole.
—Ahora entiendo que tu hermano se haya quedado en casa emborrachándose y no quiera ni verte —dijo, con todo el veneno que fue capaz de soltar—. ¡Porque ya sabía la MIERDA que eras! ¡Bastardo! ¡Hijo de puta! ¡Traidor de mierda! —gritaba con rabia. Y cuanta más rabia soltaba, más crecía en su interior, como si tan solo estuviese avivando un fuego.
La aparición de un guardia les pilló por sorpresa a ambos, como ese rayo de sol que se abre paso en medio de la tormenta.
—¡Por Shiona! ¿Qué está ocu…? ¿Yume-san? No… No deberías estar aquí, Yume-san.
Yume se secó las lágrimas casi a golpes, restregando con rabia los antebrazos en sus mejillas.
—Tienes razón —dijo, con una voz que pretendía ser fría pero se quedó en arisca—. A mí ya no me queda nada aquí. —Solo sueños rotos...
Solo sueños rotos.
Horas más tarde, Akame se dio cuenta que, en el suelo de su celda, una pluma azul dormía en soledad. Probablemente, se le había caído a Yume en medio de la discusión. Lo último que tendría de ella.
Su último recuerdo.
O quizá simplemente Yume pensó que era un cobarde.
—Eres un mierda… ¡Eres un mierda! —le espetó con rabia, golpeando con las manos desnudas los barrotes que les separaban. Era una suerte que estuviesen allí, justo en aquel momento, interponiéndose entre ellos dos—. Te odio, te odio, te odio, ¡te odio, te odio, TE ODIO!
Yume apretaba con fuerza los dientes y trataba de no llorar. Pero no podía, no podía conseguirlo. Porque no lloraba porque le odiase…
Lloraba porque odiaba seguir amándole.
—Ahora entiendo que tu hermano se haya quedado en casa emborrachándose y no quiera ni verte —dijo, con todo el veneno que fue capaz de soltar—. ¡Porque ya sabía la MIERDA que eras! ¡Bastardo! ¡Hijo de puta! ¡Traidor de mierda! —gritaba con rabia. Y cuanta más rabia soltaba, más crecía en su interior, como si tan solo estuviese avivando un fuego.
La aparición de un guardia les pilló por sorpresa a ambos, como ese rayo de sol que se abre paso en medio de la tormenta.
—¡Por Shiona! ¿Qué está ocu…? ¿Yume-san? No… No deberías estar aquí, Yume-san.
Yume se secó las lágrimas casi a golpes, restregando con rabia los antebrazos en sus mejillas.
—Tienes razón —dijo, con una voz que pretendía ser fría pero se quedó en arisca—. A mí ya no me queda nada aquí. —Solo sueños rotos...
Solo sueños rotos.
Horas más tarde, Akame se dio cuenta que, en el suelo de su celda, una pluma azul dormía en soledad. Probablemente, se le había caído a Yume en medio de la discusión. Lo último que tendría de ella.
Su último recuerdo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado