8/04/2019, 20:38
Si Hiroshi tenía más preguntas —y de seguro las tenía— todas quedaron eclipsadas por la insistencia de aquella dama; Jinbei estaba en peligro. En grave peligro. El agricultor compuso una mueca de frustración y desesperanza.
—¿Después de todos estos años, debe ser así como vuelva a reunirme con mi querido hijo?
Cualquier persona sensata hubiera exigido, como mínimo, una explicación a la dama de ojos dorados. Una prueba. Algunas respuestas. No es que Hiroshi careciese de sensatez o sentido común, sino que más bien su buena fe se superponía casi siempre a las dos anteriores. No por nada era conocido en Minori como Hiroshi el Tonto, o el Tontería, apodo que se había ganado después de que todo hijo de vecino se acostumbrara a aprovecharse de él y de su buen corazón.
Por eso mismo, cuando Kunie le contó aquello, el labriego no dudó. Se colocó de nuevo su boina, se ajustó las botas de trabajo, y se apresuró a seguir a la misteriosa mujer.
—Si mi pequeño está en peligro, entonces voy con usted. No puedo... —se interrumpió, con los ojos vidriosos—. Si de verdad usted sabe donde está, entonces no puedo dejar que le ocurra nada. Él es toda la familia que me queda.
—¿Después de todos estos años, debe ser así como vuelva a reunirme con mi querido hijo?
Cualquier persona sensata hubiera exigido, como mínimo, una explicación a la dama de ojos dorados. Una prueba. Algunas respuestas. No es que Hiroshi careciese de sensatez o sentido común, sino que más bien su buena fe se superponía casi siempre a las dos anteriores. No por nada era conocido en Minori como Hiroshi el Tonto, o el Tontería, apodo que se había ganado después de que todo hijo de vecino se acostumbrara a aprovecharse de él y de su buen corazón.
Por eso mismo, cuando Kunie le contó aquello, el labriego no dudó. Se colocó de nuevo su boina, se ajustó las botas de trabajo, y se apresuró a seguir a la misteriosa mujer.
—Si mi pequeño está en peligro, entonces voy con usted. No puedo... —se interrumpió, con los ojos vidriosos—. Si de verdad usted sabe donde está, entonces no puedo dejar que le ocurra nada. Él es toda la familia que me queda.