8/04/2019, 21:34
Horas más tarde…
Hacía frío, mucho frío. El invierno llegaba a su ocaso, pero orgulloso como él solo, quería despedirse a lo grande: con temperaturas heladas y un viento que atravesaba los huesos.
A Hiroshi y Kunie les había pillado la noche, pero ambos continuaron en un silencio sepulcral. Uno, imbuido por la determinación de un padre al saber que su hijo se encuentra en peligro; la otra, simplemente siguiendo los pasos marcados por una agenda escrita por ella misma hacía mucho tiempo.
Tsukuyomi era su aliado aquella noche, dando forma como él solo podía hacerlo a los caminos entre la maleza que conducían a las puertas del Yomi. ¿No era allí donde se encontraba Jinbei? Bueno, al menos sí su parte espiritual. Su parte material, su cuerpo, estaba en el interior de una pequeña casa de campo abandonada tiempo atrás. La maleza y el polvo se había adueñado de ella, y no había más que madera podrida, ventanas rotas y un tufo a… muerte.
Cuando Kunie abrió la puerta, Hiroshi se encontró a su hijo acostado sobre unas mantas en el suelo. Con la cara quemada, la piel fría y con los ojos abiertos pero sin ver.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado