11/04/2019, 09:17
«¿¡QUÉ COJONES…!?»
De improviso, Ayame avisó que Kokuo quería intervenir y lo hizo. Vaya que si lo hizo. Ayame no solo le había dado libertad, no solo había roto sus cadenas, sino que había creado una jodida ventana por la que pudiese salir. Una ventana pequeña, eso sí, por la que solo una criatura con el tamaño de un peluche pudiese atravesar.
El Sharingan destelló en los ojos del Uchiha en el acto. Apoyó las manos sobre la barca y abandonó su posición sentada y relajada para ponerse de cuclillas, tenso. Listo para entrar en acción en cualquier momento.
—No me subestime, humano
Saben los dioses que no lo hacía. Pero verla en aquella forma, con la cantidad de chakra que tendría un ninja recién salido de la academia… En cierta parte era tranquilizador.
Luego, empezó a escuchar argumentos que intentaron penetrar sus sólidas defensas. Buenos argumentos, sí, pero todos se estrellaron en sus murallas. Y es que Datsue estaba protegido por el Gofū Kekkai, un fuuinjutsu impenetrable colocado por Shukaku en el mismo momento en que se conocieron, y reforzado a lo largo de más de un año con continuas torturas y pesadillas. Sabía cómo eran los bijuus. No se iba a dejar engañar tan fácilmente.
Estaba a punto de replicar todas y cada una de sus palabras cuando Kokuo dijo algo que le pilló a contrapié.
—¿¡QUÉ!?
La barca se tambaleó y Datsue tuvo que sujetarse bien para no caerse.
«O sea que sí fui yo… ¿Por qué no me dijiste nada, Shukaku? ¡Mira que me harté a preguntarte!»
Torció el gesto. Quizá tuviese razón. Quizá. Pero lo que se estaba preguntando ahora era, cómo demonios…
—¡Un momento! ¿Y tú cómo lo sabías?
Eso. Exactamente eso.
De improviso, Ayame avisó que Kokuo quería intervenir y lo hizo. Vaya que si lo hizo. Ayame no solo le había dado libertad, no solo había roto sus cadenas, sino que había creado una jodida ventana por la que pudiese salir. Una ventana pequeña, eso sí, por la que solo una criatura con el tamaño de un peluche pudiese atravesar.
El Sharingan destelló en los ojos del Uchiha en el acto. Apoyó las manos sobre la barca y abandonó su posición sentada y relajada para ponerse de cuclillas, tenso. Listo para entrar en acción en cualquier momento.
—No me subestime, humano
Saben los dioses que no lo hacía. Pero verla en aquella forma, con la cantidad de chakra que tendría un ninja recién salido de la academia… En cierta parte era tranquilizador.
Luego, empezó a escuchar argumentos que intentaron penetrar sus sólidas defensas. Buenos argumentos, sí, pero todos se estrellaron en sus murallas. Y es que Datsue estaba protegido por el Gofū Kekkai, un fuuinjutsu impenetrable colocado por Shukaku en el mismo momento en que se conocieron, y reforzado a lo largo de más de un año con continuas torturas y pesadillas. Sabía cómo eran los bijuus. No se iba a dejar engañar tan fácilmente.
Estaba a punto de replicar todas y cada una de sus palabras cuando Kokuo dijo algo que le pilló a contrapié.
—¿¡QUÉ!?
La barca se tambaleó y Datsue tuvo que sujetarse bien para no caerse.
«O sea que sí fui yo… ¿Por qué no me dijiste nada, Shukaku? ¡Mira que me harté a preguntarte!»
«¡JAAAAAAÁ! Déjate de engañar a ti mismo, Datsue. ¡En el fondo ya lo sabías!»
Torció el gesto. Quizá tuviese razón. Quizá. Pero lo que se estaba preguntando ahora era, cómo demonios…
—¡Un momento! ¿Y tú cómo lo sabías?
Eso. Exactamente eso.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado