14/04/2019, 12:32
(Última modificación: 14/04/2019, 12:32 por Aotsuki Ayame.)
—Una última cosa —dijo Datsue—. Y no, estate tranquila, no diré nada. Y vosotros… Mirad no sé si sois la típica pareja que se tiene que decir te quiero cien veces antes de acostarse. Sea como sea, nada de darse cariñitos a través del sello, ¿eh? O de usarlo para avisarse que tenéis la casa libre. Esto es para urgencias de verdad. Un encuentro con un General… o un encuentro con un General.
—Y... ¡Ya lo sabemos! —exclamó Ayame, ofendida y roja hasta las orejas. Porque sí, eran esa clase de pareja. ¡Pero sólo en privado! ¿Cómo se les ocurriría hacer algo así a través del sello, maldita sea?
Sin embargo, Daruu no fue tan paciente como ella.
—Ayame —siseó—. Sujétame. SujétamePORQUELEMETOOOO.
—¡Daruu, no! ¡No hagas lo mismo que con Kokuo!
Pero Daruu se había levantado de golpe, haciendo gala de aquella impulsividad suya, y la barca se tambaleó de forma extremadamente peligrosa. En un gesto reflejo, Ayame alargó el brazo y le terminó cogiendo por el tobillo...
—Y... ¡Ya lo sabemos! —exclamó Ayame, ofendida y roja hasta las orejas. Porque sí, eran esa clase de pareja. ¡Pero sólo en privado! ¿Cómo se les ocurriría hacer algo así a través del sello, maldita sea?
Sin embargo, Daruu no fue tan paciente como ella.
—Ayame —siseó—. Sujétame. SujétamePORQUELEMETOOOO.
—¡Daruu, no! ¡No hagas lo mismo que con Kokuo!
Pero Daruu se había levantado de golpe, haciendo gala de aquella impulsividad suya, y la barca se tambaleó de forma extremadamente peligrosa. En un gesto reflejo, Ayame alargó el brazo y le terminó cogiendo por el tobillo...