19/04/2019, 15:34
(Última modificación: 19/04/2019, 16:08 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
—Entiendo —dijo finalmente, con un hilo de voz—. Entiendo...
¿Aunque realmente entendía?
A Kaido le parecía que no. A Kaido le parecía que desde que había sacado a Akame dentro de su propia cárcel interna, había dejado libre a un monstruo vengativo, herido y sediento de sangre. Y como su domador, ahora tenía que mostrar que podía ser partícipe de sus intenciones si quería que acabara confiando totalmente en él.
Después de todo, ¿quién era Kaido para negarle los instintos más primitivos a otra bestia? ¿acaso no era él una también?
Sería un poco hipócrita si lo hiciera.
—Purgar te hará bien. Que lo disfrutes, amigo —dijo.
¿Aunque realmente entendía?
A Kaido le parecía que no. A Kaido le parecía que desde que había sacado a Akame dentro de su propia cárcel interna, había dejado libre a un monstruo vengativo, herido y sediento de sangre. Y como su domador, ahora tenía que mostrar que podía ser partícipe de sus intenciones si quería que acabara confiando totalmente en él.
Después de todo, ¿quién era Kaido para negarle los instintos más primitivos a otra bestia? ¿acaso no era él una también?
Sería un poco hipócrita si lo hiciera.
—Purgar te hará bien. Que lo disfrutes, amigo —dijo.