19/04/2019, 16:20
Lamentablemente, para Tachibana; Marrajo no era un amigo. Marrajo no iba a ser su salvación. ¿Pasta? ¿cuánto podía realmente ofrecerle?
Nada. El destino quería verlo arder. No existía pago alguno para disuadir a Homusubi de su fuego.
—Tu local está ardiendo para que tú te quemes con él —¡bam! una patada poderosa que salió de la nada impactó de lleno en el estómago del "militar" y le mandó hasta el conato de su taberna. Le regaló una sonrisa afilada y poco a poco fue cerrando la puerta con la mano derecha. Tachibana tendría que haberlo visto como si alguien estuviese echando palas de tierra, de una en una, sobre su urna—. nos vemos en el infierno.
Hasta que se cerró del todo, sellando su tumba.
Nada. El destino quería verlo arder. No existía pago alguno para disuadir a Homusubi de su fuego.
—Tu local está ardiendo para que tú te quemes con él —¡bam! una patada poderosa que salió de la nada impactó de lleno en el estómago del "militar" y le mandó hasta el conato de su taberna. Le regaló una sonrisa afilada y poco a poco fue cerrando la puerta con la mano derecha. Tachibana tendría que haberlo visto como si alguien estuviese echando palas de tierra, de una en una, sobre su urna—. nos vemos en el infierno.
Hasta que se cerró del todo, sellando su tumba.