21/04/2019, 22:09
(Última modificación: 21/04/2019, 22:31 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Akame chistó, molesto. El tiempo era precisamente un bien escaso en aquel momento, en el que la posibilidad de que las Aldeas ya supieran de su milagrosa presencia era un peso gigantesco en la balanza que no se podía desdeñar. «Sin embargo, puede que lo que ganáramos acortando el viaje hasta Taikarune lo perdiésemos luego buscando una embarcación que quisiera llevarnos hasta Mizu no Kuni....»
—El tiempo es un lujo y a nosotros no nos sobra precisamente —terció el Uchiha, pero luego terminó por resoplar con resignación—. Y aunque así fuera, para llegar a Kaminari no Kuni necesitaríamos bordear las fronteras de los tres grandes países, la Espiral, la Tormenta y el Bosque. Incluso con la Alianza de nuevo en pie, será terreno altamente vigilado... Viajar durante días por las tierras limítrofes de nuestros dos principales enemigos es tentar a la fortuna.
Akame se cruzó de brazos. Si bien Kaido tenía razón en una cosa —el viaje por mar sería más seguro con su gente que a bordo de una embarcación gobernada por completos extraños—, el riesgo era demasiado alto. «Si estoy en lo cierto y la voz se ha corrido, es de esperar que al menos Uzushiogakure habrá enviado ninjas a investigar, y reforzado la vigilancia en su territorio. Es un suicidio acercarnos más...» Por mucho que le jodiera admitirlo, por ahora debía optar por la cautela.
—El tiempo es un lujo y a nosotros no nos sobra precisamente —terció el Uchiha, pero luego terminó por resoplar con resignación—. Y aunque así fuera, para llegar a Kaminari no Kuni necesitaríamos bordear las fronteras de los tres grandes países, la Espiral, la Tormenta y el Bosque. Incluso con la Alianza de nuevo en pie, será terreno altamente vigilado... Viajar durante días por las tierras limítrofes de nuestros dos principales enemigos es tentar a la fortuna.
Akame se cruzó de brazos. Si bien Kaido tenía razón en una cosa —el viaje por mar sería más seguro con su gente que a bordo de una embarcación gobernada por completos extraños—, el riesgo era demasiado alto. «Si estoy en lo cierto y la voz se ha corrido, es de esperar que al menos Uzushiogakure habrá enviado ninjas a investigar, y reforzado la vigilancia en su territorio. Es un suicidio acercarnos más...» Por mucho que le jodiera admitirlo, por ahora debía optar por la cautela.