27/04/2019, 03:15
Kincho puso la peor cara que pudo. Una mezcla inevitable entre el dolor, querer mear y el sabor metálico de la sangre envolviéndole el paladar. Era todo un poema.
Pero asintió, le dio dos palmadas en la espalda a Saihi y continuó su camino.
Pero asintió, le dio dos palmadas en la espalda a Saihi y continuó su camino.