28/04/2019, 02:08
(Última modificación: 28/04/2019, 02:11 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
Tras la seguridad de aquél portón, y la ineficacia de los presos de tumbarla; Kaido contempló con suma curiosidad el discurso de Barba Roja.
Él no era un tipo que destacara por su inteligencia. ¿Pero si el hombre sabía de alguna forma que Dragón Rojo estaba viniendo —o de lo contrario, ante la poco típica noche que estaba viviendo la cárcel del Yermo carecía totalmente de sentido—. no tiene lógica pensar que alguien se lo había advertido?
¿y quién podía ser ese alguien?
—Sabe que venimos a por él. —le dijo a Muñeca, mientras tomaba rumbo por el amplio pasillo. Se encontraba en el primer claro que le había dibujado Comadreja, y al fondo podía ver la puerta que le separaba del otro habitáculo que, según el croquis memorizado; tenía dos vertientes. Una puerta nueva a la izquierda que daba acceso al área de celdas, y un pasadizo de frente que daban a otras escaleras. —. ¿cuántos guardias deberían quedar aquí abajo, según Tokore?
Él no era un tipo que destacara por su inteligencia. ¿Pero si el hombre sabía de alguna forma que Dragón Rojo estaba viniendo —o de lo contrario, ante la poco típica noche que estaba viviendo la cárcel del Yermo carecía totalmente de sentido—. no tiene lógica pensar que alguien se lo había advertido?
¿y quién podía ser ese alguien?
—Sabe que venimos a por él. —le dijo a Muñeca, mientras tomaba rumbo por el amplio pasillo. Se encontraba en el primer claro que le había dibujado Comadreja, y al fondo podía ver la puerta que le separaba del otro habitáculo que, según el croquis memorizado; tenía dos vertientes. Una puerta nueva a la izquierda que daba acceso al área de celdas, y un pasadizo de frente que daban a otras escaleras. —. ¿cuántos guardias deberían quedar aquí abajo, según Tokore?