28/04/2019, 20:22
Oh. Oh...
Oh.
No se acordaba de ese pequeño detalle. Pequeñísimo.
Ahora tenía sentido. Claro. Cuando la reconoció, supo... que venían a por él.
Kaido quedó mudo, maquinando las revelaciones y de cómo modificaban sus planes el hecho de que Zaide se hubiera estado preparando para cuando el Dragón llegase. ¿Qué medidas habría tomado? ¿estaría listo para recibir a Kaido?
—Eh. ¿Qué hacéis aquí?. Pensé que tú te ibas por patas, Mushaki.
—Me necesitabais —respondió Muñeca, escueta.
El gyojin le importó poco la presencia del hombre y de su querencia acerca de la presencia de ambos allí en el segundo piso. Guiado por los gritos al otro lado de la puerta, se acercó hasta las rendijas de la ventana y echó una mirada larga y tendida hacia el otro corredor.
—Abre —demandó, con su voz, con el interruptor de intimidación en encendido.
Oh.
No se acordaba de ese pequeño detalle. Pequeñísimo.
Ahora tenía sentido. Claro. Cuando la reconoció, supo... que venían a por él.
Kaido quedó mudo, maquinando las revelaciones y de cómo modificaban sus planes el hecho de que Zaide se hubiera estado preparando para cuando el Dragón llegase. ¿Qué medidas habría tomado? ¿estaría listo para recibir a Kaido?
—Eh. ¿Qué hacéis aquí?. Pensé que tú te ibas por patas, Mushaki.
—Me necesitabais —respondió Muñeca, escueta.
El gyojin le importó poco la presencia del hombre y de su querencia acerca de la presencia de ambos allí en el segundo piso. Guiado por los gritos al otro lado de la puerta, se acercó hasta las rendijas de la ventana y echó una mirada larga y tendida hacia el otro corredor.
—Abre —demandó, con su voz, con el interruptor de intimidación en encendido.