29/04/2019, 01:12
Le bastó un par de pasos para alcanzar los linderos de la fogata, y torcer la mirada hasta su paciente. Le observó como el doctor que tiene en su potestad analizar, con todas las de la ley, de si el adicto sería reincidente una vez obtuviera la carta de libertad. Arrugó los ojos, le enseñó los dientes y creyó por un instante que aún no había sido suficiente. Que necesitaría al menos otra noche más para una desintoxicación total e infalible. Pero...
—No te muevas —le dijo, mientras arrojaba los bagres sobre un ramal de hojas que había preparado y se acercaba, con el mismo kunai que había utilizado para descamar el desayuno, hasta la parte trasera del árbol. Ahí, en donde el hilo ninja acababa en un último nudo, cortó, logrando que la prisión del agarre que había mantenido los demonios de Akame a raya durante toda la noche cediera totalmente. Los brazos del ex-uzujin vieron por fin libertad, poco después, cuando Kaido quitó también las esposas—. toma —le tendió su propio termo con agua—. y come algo. Aún nos queda mucho camino por recorrer hasta la costa.
Se sentó de culo, cogió uno de los pescados envueltos en hojas de banana y empezó a comer.
—No te muevas —le dijo, mientras arrojaba los bagres sobre un ramal de hojas que había preparado y se acercaba, con el mismo kunai que había utilizado para descamar el desayuno, hasta la parte trasera del árbol. Ahí, en donde el hilo ninja acababa en un último nudo, cortó, logrando que la prisión del agarre que había mantenido los demonios de Akame a raya durante toda la noche cediera totalmente. Los brazos del ex-uzujin vieron por fin libertad, poco después, cuando Kaido quitó también las esposas—. toma —le tendió su propio termo con agua—. y come algo. Aún nos queda mucho camino por recorrer hasta la costa.
Se sentó de culo, cogió uno de los pescados envueltos en hojas de banana y empezó a comer.