3/11/2015, 00:23
La respuesta de Ayame le vino algo disparatada. Un arco de cristal sonaba bastante absurdo, al menos a efectos prácticos... ¿de qué sirve un arco frágil si tienes que tensar una cuerda para dispararlo? Realmente no tenía demasiada lógica, no era un arma realmente útil quizás. Al menos, no podría tener la intención de ser un arma para la guerra, quizás solo para exposición.
A lo lejos, un hombre comenzó a narrar datos del arma en sí. Evidentemente, entre murmullos, risas y demases, los datos que llegaban a oídos de los genins eran apenas inteligibles. Por mucho que quisieran, estaban separados de conocer el arma.
«Vaya... pues no nos vamos a enterar de una mierda...175»
Sus orbes se afianzaron en la muchedumbre, aquel gentío que se interponían entre los genins y el arma en cuestión. Ayame pareció indispuesta a seguirle el juego en ésta ocasión, lo cual bajaba realmente las opciones de ambos a ver el arco. Al menos hasta que ese gentío se marchase del sitio.
El albino no hizo mas que encoger los hombros en respuesta, no cabía a dar otro tipo de respuesta, estaba todo dicho. Sin embargo, la chica no se quedó mas pancha porque no pudo. Propuso una disparatada solución al problema, auparla para que viese el arco, y después ella la auparía a él para que éste viese el arma. No pudo sonar peor, para nada era una buena idea, y para mucho menos se le apetecía al Senju el tomarla a peso.
—Ni hablar! el médico me ha dicho que no haga esfuerzos físicos durante dos semanas!— Fué lo primero que le vino a la cabeza.
Las excusas eran excusas, y todos tienen una, como un culo... Lo que era obvio era obvio, no iba a tomar ese camino. Bastante se estaba dejando liar ayudandole a encontrar a sus familiares. Que por cierto, a éstos no los encontraban por ningún lado...
—Por cierto... ¿no íbamos a buscar a tus familiares?—
Evidentemente, zafarse de ella era una buena opción. Estaba dejando de ser divertido ponerla en aprietos, o al menos lo estaba poniendo mas difícil para exponerse a esas situaciones...
A lo lejos, un hombre comenzó a narrar datos del arma en sí. Evidentemente, entre murmullos, risas y demases, los datos que llegaban a oídos de los genins eran apenas inteligibles. Por mucho que quisieran, estaban separados de conocer el arma.
«Vaya... pues no nos vamos a enterar de una mierda...175»
Sus orbes se afianzaron en la muchedumbre, aquel gentío que se interponían entre los genins y el arma en cuestión. Ayame pareció indispuesta a seguirle el juego en ésta ocasión, lo cual bajaba realmente las opciones de ambos a ver el arco. Al menos hasta que ese gentío se marchase del sitio.
El albino no hizo mas que encoger los hombros en respuesta, no cabía a dar otro tipo de respuesta, estaba todo dicho. Sin embargo, la chica no se quedó mas pancha porque no pudo. Propuso una disparatada solución al problema, auparla para que viese el arco, y después ella la auparía a él para que éste viese el arma. No pudo sonar peor, para nada era una buena idea, y para mucho menos se le apetecía al Senju el tomarla a peso.
—Ni hablar! el médico me ha dicho que no haga esfuerzos físicos durante dos semanas!— Fué lo primero que le vino a la cabeza.
Las excusas eran excusas, y todos tienen una, como un culo... Lo que era obvio era obvio, no iba a tomar ese camino. Bastante se estaba dejando liar ayudandole a encontrar a sus familiares. Que por cierto, a éstos no los encontraban por ningún lado...
—Por cierto... ¿no íbamos a buscar a tus familiares?—
Evidentemente, zafarse de ella era una buena opción. Estaba dejando de ser divertido ponerla en aprietos, o al menos lo estaba poniendo mas difícil para exponerse a esas situaciones...