5/05/2019, 00:57
Ambos pudieron percibir como los hombros de Kaido se tensaban a medida de que Kano revelaba su nuevo problemilla. Quiso sentirse sorprendido de que Koe fuera otra vez el epicentro del meollo, pero la verdad es que se lo imaginaba. Lo que no se imaginaba era que alguien tenía a Kano como un esclavo del mar, usándolo como contrabandista desde el Rayo hasta las islas del Agua. Y viceversa.
Por un momento llegó a pensar que se trataba de Dragón Rojo, pero pensaba que Ryu tendría la decencia de contárselo en alguna de las reuniones, ya que no era la primera vez que Kano emergía como un tema de interés en la mesa de los Ocho Dragones. Y si se lo habían ocultado, pues... le haría quedar como un estúpido.
—Cálmate —le dijo, arrebatando su mano de su camisa—. ¿y quién la tiene, Kano?
«Que no sea Sekiryu, por lo que más quieras»
Por un momento llegó a pensar que se trataba de Dragón Rojo, pero pensaba que Ryu tendría la decencia de contárselo en alguna de las reuniones, ya que no era la primera vez que Kano emergía como un tema de interés en la mesa de los Ocho Dragones. Y si se lo habían ocultado, pues... le haría quedar como un estúpido.
—Cálmate —le dijo, arrebatando su mano de su camisa—. ¿y quién la tiene, Kano?
«Que no sea Sekiryu, por lo que más quieras»