5/05/2019, 20:55
Sin embargo, cuando los corsarios que guardaban la puerta al camarote del hedonista Shaneji se hicieran a un lado y Kaido y Kano —la doble "K"— ingresaran en el mismo, notarían que faltaba alguien. Alguien que no solía llamar la atención, ni mucho menos formar alboroto, pero cuya ausencia sin embargo sería notoria en aquel momento. Akame no estaba.
Y es que el Uchiha había aprovechado la breve confusión para deslizarse por las escaleras que descendían hasta lo que Akame presuponía que sería una bodega cargada hasta los topes de omoide. «Sólo un poco... Sólo un poco, joder...» Sigiloso como una serpiente, el renegado de Uzu se infiltraría en la estancia en busca del paraíso perdido de la magia azul. Había tratado de resistirlo, pero era simplemente demasiado fuerte; incluso aunque —supuestamente— la peor parte del síndrome de abstinencia había pasado ya, durante el viaje de ayuno, para alguien que estaba tratando de dejar el omoide meterse en un barco cargado hasta los topes de pasta azul era una condena al fracaso.
Y es que el Uchiha había aprovechado la breve confusión para deslizarse por las escaleras que descendían hasta lo que Akame presuponía que sería una bodega cargada hasta los topes de omoide. «Sólo un poco... Sólo un poco, joder...» Sigiloso como una serpiente, el renegado de Uzu se infiltraría en la estancia en busca del paraíso perdido de la magia azul. Había tratado de resistirlo, pero era simplemente demasiado fuerte; incluso aunque —supuestamente— la peor parte del síndrome de abstinencia había pasado ya, durante el viaje de ayuno, para alguien que estaba tratando de dejar el omoide meterse en un barco cargado hasta los topes de pasta azul era una condena al fracaso.