5/05/2019, 22:29
Los tiburones eran orgullosos como ellos solos. Aguerridos, combativos, llevando la palabra ferocidad a una nueva escala. Por eso, se creían los dueños del mar. Pero, ¿lo eran? ¿Qué pasaba con las orcas? ¿Y las ballenas? ¿No tenían ellos también motivos para considerarse los Reyes del Océano?
Kaido formó el sello del Tigre.
El Hyuuga formó el sello del Tigre.
A la vez. Solo ese. Como si fuesen a realizar exactamente la misma técnica.
Verán, era curioso. Con el océano a su favor, Kaido era capaz de usar sus técnicas acuáticas desde cualquier sitio. Pero eso… también funcionaba a la inversa. Porque cuando creó su clon a espaldas del enemigo, se vio de pronto sumergido en el centro de un poderoso torbellino que le sacudió como un trapo y le mandó volando contra el techo de la prisión.
El Hyuuga, atento al no ver surgir ninguna técnica de su adversario, había mirado a su alrededor. No como un triste mortal haría, girando la cabeza a un lado y a otro como un pobre diablo. No, ni siquiera tenía que moverse. Su Byakugan lo hacía por él.
—¡Ghhh! —soltó un gemido de dolor, al mismo tiempo que extendía una mano hacia atrás y golpeaba al clon con un Juuken. Gracias a su Byakugan, había conseguido verlo justo a tiempo para levantar un hombro y que la mordida no fuese mortal.
Kaido formó el sello del Tigre.
El Hyuuga formó el sello del Tigre.
A la vez. Solo ese. Como si fuesen a realizar exactamente la misma técnica.
Verán, era curioso. Con el océano a su favor, Kaido era capaz de usar sus técnicas acuáticas desde cualquier sitio. Pero eso… también funcionaba a la inversa. Porque cuando creó su clon a espaldas del enemigo, se vio de pronto sumergido en el centro de un poderoso torbellino que le sacudió como un trapo y le mandó volando contra el techo de la prisión.
El Hyuuga, atento al no ver surgir ninguna técnica de su adversario, había mirado a su alrededor. No como un triste mortal haría, girando la cabeza a un lado y a otro como un pobre diablo. No, ni siquiera tenía que moverse. Su Byakugan lo hacía por él.
—¡Ghhh! —soltó un gemido de dolor, al mismo tiempo que extendía una mano hacia atrás y golpeaba al clon con un Juuken. Gracias a su Byakugan, había conseguido verlo justo a tiempo para levantar un hombro y que la mordida no fuese mortal.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado