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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#32
Quizá no hubieses perdido la apuesta, no. Va por ahí.

»Y no es que abandonase ese sueño como tal. Todavía me gustaría esa vida. Solo que… ha dejado de ser mi máxima prioridad.

Claro. ¿Quien no soñaba con una vida tranquila y llena de comodidades? Soñar era gratis. Pero al parecer, los que naciamos en las villas ocultas estábamos condenados a ser ninjas o a no salir jamas de la aldea. Eso era lo que me había dado a entender Hanabi.

No es que me encontrase a alguien en específico, sino… A muchos, ¿sabes? En la Academia, y luego en misiones, a lo largo de mi vida como ninja, conocí mucha gente. Formé lazos. Hice amigos. Nabi, Eri, Plum, Koko… A Akame lo tenía como a un hermano. Se convirtieron en mi familia. Y esa familia está en peligro constante. Lo he visto infinidad de veces. A Koko la mataron unos hijos de puta porque yo no tuve la fuerza necesaria para enfrentarme a ellos. Y cada vez va a peor. Zoku. Un General atacando el edificio Uzukage y arrasando con todo. Yubiwa colándose esa misma noche. ¿Crees que con la Alianza ya no estamos en peligro? ¡Hace menos de una semana, alguien se coló de nuevo en la Villa y asesinó a dos de los nuestros! ¡A dos!

»Y la cosa va a ir a peor. ¡A mucho peor, Reiji! No soy catastrofista, créeme, pero se avecinan tiempos duros. Nos van a ir desangrando uno a uno, como a cerdos en un matadero. Y, oh, los dioses saben que nada me gustaría más que irme a una isla paradisíaca y dejar atrás todos estos problemas. Hacer como tú, decirme a mí mismo que no voy a poder hacer la diferencia, y vivir una vida más sencilla. Pero, ¿sabes qué? Sé que eso es mentira. La vida me lo enseñó a golpes. Porque si hubiese sido el ninja que soy ahora años atrás, quizá ahora mismo amigos míos seguirían con vida. Y eso me martiriza, Reiji. Me mata por las noches.

Yo no tuve tanta suerte como tú ¿Sabes? En la academia era... Bueno, la persona de la cual reírse. Realmente no tengo a nadie más allá de mi familia y...—No era el momento de hablar de ese tema, la verdad. — y realmente tu y yo nos conocemos de solamente un día. Si Akame, un ninja con talento y bien entrenado como era él, fue asesinado con tanta facilidad... ¿Que hay de alguien como yo? ¿Que puede defender alguien como yo? Quizás tu no tenias la fuerza, pero la tienes ahora. Quizás no pudiste protegerlos antes, pero puedes proteger a los que te quedan. ¿Pero y yo? Yo nunca he tenido la capacidad de salvar a nadie, y como yo soy, seguramente nunca sea lo suficientemente fuerte para hacerlo.

Si, la carga que Datsue tenia sobre los hombros era mucho mas pesada que la mía. Sus pesadillas debían ser muchísimo peores que las mías. Pero eso no cambiaba mi realidad.

Y si la cosa solo va a peor, ¿De que sirve alguien como yo? ¿Un número mas?¿Un blanco fácil? ¿Un escudo de carne?¿Una excusa para que el enemigo se ría de uzushio por darle una banda a alguien como yo?

»Y si te estoy dando la chapa con esto, Reiji, es porque también lo he visto en ti —Datsue se detuvo y posó una mano sobre mi hombro—. ¿Quieres buscar tu camino lejos de casa, en un viaje de introspección? No digo que no te funcione, pero muchas veces lo que queremos ya lo tenemos delante de nuestras narices. Solo que no nos damos cuenta. Porque cuando se armó la que se armó en el Chuunin… Yo vi que a ti también te importaba esto. Joder, ¡viniste a mí sin dudarlo un puto segundo! ¡Me prestaste una katana, te pusiste a mi lado y ofreciste tu ayuda sin pensártelo dos veces! Y cuando Eri nos dijo que los kusareños iban a atacar el hospital, ¡fuiste el primero en encabezar la marcha! ¡Con dos cojones, joder!

¿Por que crees que te he dicho que ya no sabría si querría irme? Por que ya creo haber encontrado lo que quiero. Y no me refiero a mi camino. Me refiero a una persona. —El camino a seguir, eso era otro tema, pero a veces hay que dejar que elija el destino. —Si, hice todo aquello que dices. Lo hice por que me creía preparado, por que tenia una visión de mi mismo que no era la real: "Había conseguido una bandana con mis defectos, si podía con eso, podía con todo". Pero la realidad me golpeó con fuerza. Si alguien mucho mejor que yo puede morir con tanta facilidad, ¿Que pasaria conmigo?

La respuesta era simple y dolorosa. Tan afilada como la hoja de una katana. Tan contundente como el martillo que golpea el acero. A mi solo me esperaba la muerte al final del camino.

¿Sabes cómo hubiese reaccionado yo en mi primer año como ninja? Aquí dónde me ves, el Intrépido, Hijo del Desierto, Comebijuudamas y blablablá. ¡Me hubiese cagado por la pata abajo, tío! Le hubiese dicho al tipo que te pidió ayuda: ¡claro, señor Jonin! ¡Por supuesto, señor Jonin! ¡Pero me hubiese colocado a su jodida espalda con el sello del Carnero ya preparado! A la mínima, ¡Kawarimi y Sunshin de una sentada y aquí no me ha visto nadie!

Por que el era capaz de tener una visión realista sobre si mismo. Mientras que yo... Yo me había visto capaz de comerme el mundo, de enfrentarme a lo que fuese.

»Me hablabas antes de talento, y sí, es cierto. Es algo muy importante. Pero, ¿más que eso? El valor. Se tiene o no se tiene. Y tú, amigo mío, ese día demostraste que en los momentos importantes, vas más sobrado que nadie.

No era valor Datsue... No era valor...Era arrogancia. Era la soberbia de alguien que se creía superior a sus posibilidades. Eso no es valor.

Yo no podía verme a mi mismo con los mismos ojos con los que me veía él. Yo no podía tener esa visión de mi mismo.

»Y si eso no significa ser un shinobi, entonces yo ya no sé nada de este mundo.

Si eso es lo que significa ser un shinobi... Entonces yo jamas lo fui. Nunca fui valiente, siempre un arrogante. Alguien que se veía a si mismo por encima de todo. Capaz de cualquier cosa. Sobretodo al conseguir la bandana. Me vine arriba. Y me equivoque.
[Imagen: ksQJqx9.png]
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Mensajes en este tema
RE: ¿Entre la espada y la pared? Usa Kawarimi - por Sasaki Reiji - 7/05/2019, 18:41


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