9/05/2019, 11:45
—Sigue la orilla, por ahí, dirección puerto —dijo señalando en una dirección—. Pero bastante antes de llegar a él verás, junto al bosque, al nacimiento de la playa, una casita de dos pisos. Moderna. Ostentosa. Pero acogedora al mismo tiempo .¡La reconocerás en seguida!
—Vale, perfecto. Allí estaré.
»Oh, ¡pero ven cenado! Que hoy no hice la compra y ando justo de comida
—No hay problema. Hasta esta noche pues.
Me despedí y me marché de vuelta a la zona de playa donde estaban las cosas de mi familia. Mis padres aun no habían vuelto, y Sakura seguía esperando sentada sobre las toallas.
—¿Estas bien? —Preguntó cuando me vio llegar.
—Si. —Dije mientras me sentaba a su lado bajo la sombrilla. —Creo que sí
Nada había cambiado en realidad. Yo era tal vez, de las personas mas cabezotas de oonido. Pero quizás las palabras de Datsue me habían afectado más de lo que jamas admitiria. Y la respuesta que aún tenia que darme despertaba mi curiosidad.
—¿Por que no vamos nosotros a darnos un chapuzón cuando vuelvan mis padres? —Le pregunté a Sakura, quizás me vendría bien despejarme un rato y olvidarme de todo por un instante.
—Pero... —intentó replicar.
—No hay problema —La interrumpí por segunda vez aquel día. —No son ciegos ni tontos, mi madre no ha insistido en que vengas solo por quería que te quedaras en la orilla cuidando las cosas mientras ellos se comportan como adolescentes enamorados.
Tal vez ya era hora de que fuera yo el que se comportara como el adolescente enamorado.
A la noche, cuándo llegó la hora, me presenté en casa de Datsue. Si algo no me gustaba era no ser puntual.
Llamé a su puerta y esperé su respuesta.
—Vale, perfecto. Allí estaré.
»Oh, ¡pero ven cenado! Que hoy no hice la compra y ando justo de comida
—No hay problema. Hasta esta noche pues.
Me despedí y me marché de vuelta a la zona de playa donde estaban las cosas de mi familia. Mis padres aun no habían vuelto, y Sakura seguía esperando sentada sobre las toallas.
—¿Estas bien? —Preguntó cuando me vio llegar.
—Si. —Dije mientras me sentaba a su lado bajo la sombrilla. —Creo que sí
Nada había cambiado en realidad. Yo era tal vez, de las personas mas cabezotas de oonido. Pero quizás las palabras de Datsue me habían afectado más de lo que jamas admitiria. Y la respuesta que aún tenia que darme despertaba mi curiosidad.
—¿Por que no vamos nosotros a darnos un chapuzón cuando vuelvan mis padres? —Le pregunté a Sakura, quizás me vendría bien despejarme un rato y olvidarme de todo por un instante.
—Pero... —intentó replicar.
—No hay problema —La interrumpí por segunda vez aquel día. —No son ciegos ni tontos, mi madre no ha insistido en que vengas solo por quería que te quedaras en la orilla cuidando las cosas mientras ellos se comportan como adolescentes enamorados.
Tal vez ya era hora de que fuera yo el que se comportara como el adolescente enamorado.
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A la noche, cuándo llegó la hora, me presenté en casa de Datsue. Si algo no me gustaba era no ser puntual.
Llamé a su puerta y esperé su respuesta.