14/05/2019, 13:43
Y si bien al principio Kaido sonreía como el que más, a medida de que la situación se tensaba, mayor era su temor de que las cosas se fueran a salir de las manos. Tal y como conocía a su Hermano de agua, lejos de calmar sus mareas internas al ver la más que apropiada evasión de Akame, aquello le exultaría a continuar probando a su nueva presa hasta límites insospechados.
Así era él. Nada iba a cambiar eso.
Aunque, por curioso que pudiera parecer, no era Shaneji el que le preocupaba mas. Porque una vez se viera satisfecho, iba a parar. El problema ahora mismo era Akame. Un shinobi muy capaz —así lo demostró al evadir una de las técnicas más letales del clan como si fuera un simple mizurappa—. pero altamente inestable debido a las circunstancias de su vida.
—Shaneji, basta de juegos. Tenemos cosas importantes que discutir —soltó a ordenanza—. y tú, Suzaku… recuerda tu lugar.
Esa última frase, no obstante, podría significar una cosa para Shaneji, y otra muy distinta para Akame. Porque el Uchiha pudo ver el cómo Kaido se perpetuaba en sus ojos, sin temor alguno. No había mayor muestra de confianza hacia un Uchiha que esa: fundirse despreocupadamente en los mares de sangre que abundan en sus pupilas. Solo para puntualizar su recordatorio, que ahora mismo el ex-uzujin estaba muy por debajo en la jerarquía, y con Dragón Rojo debía actuar con mucha cautela si no quería ganarse otro poderoso enemigo. Si deseaba tener un futuro, si quería escapar de sus pecados para tener la oportunidad de devolverle la jugada a Uzushio, necesitaba aliados. Irrespetando a uno de sus líderes no iba a conseguirlo.
«Tiempo al tiempo, Uchiha Akame »
Así era él. Nada iba a cambiar eso.
Aunque, por curioso que pudiera parecer, no era Shaneji el que le preocupaba mas. Porque una vez se viera satisfecho, iba a parar. El problema ahora mismo era Akame. Un shinobi muy capaz —así lo demostró al evadir una de las técnicas más letales del clan como si fuera un simple mizurappa—. pero altamente inestable debido a las circunstancias de su vida.
—Shaneji, basta de juegos. Tenemos cosas importantes que discutir —soltó a ordenanza—. y tú, Suzaku… recuerda tu lugar.
Esa última frase, no obstante, podría significar una cosa para Shaneji, y otra muy distinta para Akame. Porque el Uchiha pudo ver el cómo Kaido se perpetuaba en sus ojos, sin temor alguno. No había mayor muestra de confianza hacia un Uchiha que esa: fundirse despreocupadamente en los mares de sangre que abundan en sus pupilas. Solo para puntualizar su recordatorio, que ahora mismo el ex-uzujin estaba muy por debajo en la jerarquía, y con Dragón Rojo debía actuar con mucha cautela si no quería ganarse otro poderoso enemigo. Si deseaba tener un futuro, si quería escapar de sus pecados para tener la oportunidad de devolverle la jugada a Uzushio, necesitaba aliados. Irrespetando a uno de sus líderes no iba a conseguirlo.
«Tiempo al tiempo, Uchiha Akame »