17/05/2019, 04:03
Un largo y tendido suspiro acompañó la salida de Akame, camuflándose entre los gritos e improperio del bruto de Shaneji. El Umikiba torció el cogote, y miró a su congénere, mientras negaba con la cabeza, recriminándole que estuviera dispuesto a joder el viaje al País del Agua sólo por divertirse. Ellos podrían nadar, probablemente sobre Daseru —si es que les había perdonado la enorme ofensa de su primer y último encuentro—. ¿pero y los demás? ¿y la jodida droga?
Nunca lo iba a saber, pero Akame les había salvado de una buena con ese puto genjutsu.
»¿Y bien? ¿de qué querías hablar primero?
Nunca lo iba a saber, pero Akame les había salvado de una buena con ese puto genjutsu.
»¿Y bien? ¿de qué querías hablar primero?