19/05/2019, 20:12
Con una súbita carga de ira, Kaido apretó ligeramente el cuello de Nathifa. No tanto para herirla, pero sí para mostrarle que no estaba jugando. Que si creía que podía engañarles, llevándole hacia una jodida trampa, la tenía parda. Sin embargo, algo le dejó tranquilo: que el número que llegó a la mente de la alcaldesa, tras escuchar el nombre de su objetivo, era el mismo que le había dicho Kyutsuki que llevaba Zaide.
—Tendrás tu vida de vuelta una vez el corazón de 4948 haya dejado de latir. No antes. ¡Vamos, llévanos! —dijo—. cúbreme, Muñeca. Cuento contigo.
—Tendrás tu vida de vuelta una vez el corazón de 4948 haya dejado de latir. No antes. ¡Vamos, llévanos! —dijo—. cúbreme, Muñeca. Cuento contigo.