19/05/2019, 23:56
Los tres bucearon corriente abajo, dejándose arrastrar, hasta colarse por un agujero en las puertas provocado por algún tipo de explosión. Dichas puertas, como se abrían hacia afuera, eran casi imposibles de abrir por la presión que ejercía el agua al otro lado. Cosa que cambiaba una vez terminase de filtrarse por el agujero.
Salieron propulsados a cañón por el chorro, encontrándose en un largo pasillo donde el agua les llegaba hasta las rodillas.
—¡Nathifa-sama! —Una mujer de unos sesenta años, de pelo blanco y muy corto y vestida totalmente de negro se encontraba frente a ellos—. ¡Suéltenla! ¡Suéltenla, criminales! ¡Bandidos! ¡Hijos del demonio!
Esta mujer no parecía gran cosa. Las personas que tenía detrás eran otro cantar. Todas y cada una de ellas con los kanji 奴隷 iluminándoles la frente. Dos mujeres, dos hombres. Los cuatro con la cabeza rapada. Quietos, con la mirada perdida, como muertos vivientes a la espera de una señal.
Uno de ellos tenía el Sharingan activado, y su boca se había torcido en una media sonrisa. Su cuerpo estaba inmóvil, pero sus ojos parecían ver.
—¡Z-zaide!
Estaba a unos ocho metros de distancia. Junto al resto.
A Nathifa se le iluminó la mirada. Dio un codazo en las costillas a Kaido, trató de librarse y gritó:
—¡Matadlos! ¡Matadlos a los dos! ¡YA!
Y fue entonces cuando los ojos de las otras tres personas parecieron ver también.
La misión estaba a punto de llegar a su fin...
Salieron propulsados a cañón por el chorro, encontrándose en un largo pasillo donde el agua les llegaba hasta las rodillas.
—¡Nathifa-sama! —Una mujer de unos sesenta años, de pelo blanco y muy corto y vestida totalmente de negro se encontraba frente a ellos—. ¡Suéltenla! ¡Suéltenla, criminales! ¡Bandidos! ¡Hijos del demonio!
Esta mujer no parecía gran cosa. Las personas que tenía detrás eran otro cantar. Todas y cada una de ellas con los kanji 奴隷 iluminándoles la frente. Dos mujeres, dos hombres. Los cuatro con la cabeza rapada. Quietos, con la mirada perdida, como muertos vivientes a la espera de una señal.
Uno de ellos tenía el Sharingan activado, y su boca se había torcido en una media sonrisa. Su cuerpo estaba inmóvil, pero sus ojos parecían ver.
—¡Z-zaide!
Estaba a unos ocho metros de distancia. Junto al resto.
A Nathifa se le iluminó la mirada. Dio un codazo en las costillas a Kaido, trató de librarse y gritó:
—¡Matadlos! ¡Matadlos a los dos! ¡YA!
Y fue entonces cuando los ojos de las otras tres personas parecieron ver también.
La misión estaba a punto de llegar a su fin...
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado