20/05/2019, 01:13
Rostros de sorpresa. De conmoción. De acojone absoluto al comprender lo que aquello significaba. Cuando Suzaku miró a todos y cada uno de los rostros de los marineros, fue aquello lo que halló. Uno de ellos le devolvió la mirada y vio en ella el reflejo de la desconfianza. Sospechaba del nuevo, comprendió Akame en seguida. Es decir, de él.
Koshuru estaba a punto de entrar en cólera cuando Suzaku le llamó. Y él, sabiendo que lo último que le convenía en aquellos momentos era formar un escándalo, le siguió. Los tres fueron a un rincón del comedor y escucharon lo que el chico tenía que decirles.
—¡Oh, pero si no es culpa m..!
—Cállate —dijo en un susurro explosivo—. Cállate, joder. —le espetó, nervioso. No paraba de cambiar el peso de una pierna a otra y de morderse las uñas—. Joder, si descubres qué coño ha pasado… Entonces no te debo una gorda, te debo una gordísima. Me cago en la mar salada, no comprendo qué coño ha pasado. No tiene puto sentido.
»Suzaku, Shaneji suele levantarse tarde. Yo diría que tenemos un par de horas. —Y cuando se despertase no podía esperar demasiado a contárselo, por mucho que temiese su reacción. Lo contrario era peor.
»Tsukare quizá pudo ver algo —se dio cuenta, de pronto—. Le tocaba el turno de noche en el mástil, vigilando el mar por si nos topábamos con alguna banda enemiga.
Koshuru estaba a punto de entrar en cólera cuando Suzaku le llamó. Y él, sabiendo que lo último que le convenía en aquellos momentos era formar un escándalo, le siguió. Los tres fueron a un rincón del comedor y escucharon lo que el chico tenía que decirles.
—¡Oh, pero si no es culpa m..!
—Cállate —dijo en un susurro explosivo—. Cállate, joder. —le espetó, nervioso. No paraba de cambiar el peso de una pierna a otra y de morderse las uñas—. Joder, si descubres qué coño ha pasado… Entonces no te debo una gorda, te debo una gordísima. Me cago en la mar salada, no comprendo qué coño ha pasado. No tiene puto sentido.
»Suzaku, Shaneji suele levantarse tarde. Yo diría que tenemos un par de horas. —Y cuando se despertase no podía esperar demasiado a contárselo, por mucho que temiese su reacción. Lo contrario era peor.
»Tsukare quizá pudo ver algo —se dio cuenta, de pronto—. Le tocaba el turno de noche en el mástil, vigilando el mar por si nos topábamos con alguna banda enemiga.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado