20/05/2019, 14:57
Tsukare, molesta porque la hubiesen despertado por aquella tontería, bufó antes de dar media vuelta e irse. Luego Koshuru miró a Suzaku, confundido.
—Qué… ¿A la puta, dices? —preguntó, extrañado—. Está bien, espera aquí. Pero es ron, compañero. Nada de lo que preocuparse, joder. No es más que una tontería.
¿A quién le importaba que unos hombres se hubiesen tomado una pequeña borrachera nocturna? Mientras el omoide fuese transportado del punto A al punto B sin contratiempos, el resto era secundario.
No obstante, quería comprobar las dotes de Suzaku para resolver problemas como aquellos. Quién sabe, quizá hasta podría convertirle en su mano derecha. Seguir escalando. ¿No estaba Dragón Rojo conformado por ocho Cabezas de Dragón? ¡Pues ellos podían ser las Colas de Dragón! Los subalternos fieles y tan necesarios para una organización que a cada día crecía más y más.
No tardó demasiado en traerla. La mujer, que había estado desayunando en el comedor en una mesa aparte, no parecía muy contenta con la petición. Era una muchacha de unos treinta años, más o menos. De pelo castaño que le llegaba hasta los hombros, ojos color avellana y vestía una blusa azul con pantalones oscuros. Era algo bajita, esbelta y muy guapa.
—¿Qué ocurre?
—Qué… ¿A la puta, dices? —preguntó, extrañado—. Está bien, espera aquí. Pero es ron, compañero. Nada de lo que preocuparse, joder. No es más que una tontería.
¿A quién le importaba que unos hombres se hubiesen tomado una pequeña borrachera nocturna? Mientras el omoide fuese transportado del punto A al punto B sin contratiempos, el resto era secundario.
No obstante, quería comprobar las dotes de Suzaku para resolver problemas como aquellos. Quién sabe, quizá hasta podría convertirle en su mano derecha. Seguir escalando. ¿No estaba Dragón Rojo conformado por ocho Cabezas de Dragón? ¡Pues ellos podían ser las Colas de Dragón! Los subalternos fieles y tan necesarios para una organización que a cada día crecía más y más.
No tardó demasiado en traerla. La mujer, que había estado desayunando en el comedor en una mesa aparte, no parecía muy contenta con la petición. Era una muchacha de unos treinta años, más o menos. De pelo castaño que le llegaba hasta los hombros, ojos color avellana y vestía una blusa azul con pantalones oscuros. Era algo bajita, esbelta y muy guapa.
—¿Qué ocurre?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado