22/05/2019, 15:43
El Fénix soltó un bufido de decepción.
—Por favor, Shikari. Pensaba que eras más avispada —replicó Akame, ciertamente contrariado—. ¿Palabra? ¿Honor? ¿Tú te crees que existe algo como eso en este mundo en el que tú y yo vivimos? Una superviviente como tú debería saber cómo funcionan las cosas. Probablemente piensen en matarte cuando ya hayas cumplido tu trabajo, así que en cierto modo, te he salvado la vida. ¿No crees?
Luego vino lo que Akame llevaba esperando desde hacía un rato; el intento desesperado de escapar. «Por todos los dioses, ¿de verdad piensa que eso le va a funcionar?» El Uchiha negó con la cabeza, visiblemente decepcionado.
—No, Shikari, no te voy a desatar. Ya te he advertido lo que va a ocurrir si intentas escapar y quiero que sepas que tengo toda la intención de cumplir con lo que digo. Así que no tientes a la suerte.
Akame fumó otra calada. El cigarrillo ya iba por la mitad.
—¿De dónde eres, eh? ¿Kaminari no Kuni? ¿De ese pueblo del que hemos zarpado? —el renegado calló un momento. Parecía debatirse entre si preguntar algo o no, pero al final acabó agregando—. ¿Tienes familia?
—Por favor, Shikari. Pensaba que eras más avispada —replicó Akame, ciertamente contrariado—. ¿Palabra? ¿Honor? ¿Tú te crees que existe algo como eso en este mundo en el que tú y yo vivimos? Una superviviente como tú debería saber cómo funcionan las cosas. Probablemente piensen en matarte cuando ya hayas cumplido tu trabajo, así que en cierto modo, te he salvado la vida. ¿No crees?
Luego vino lo que Akame llevaba esperando desde hacía un rato; el intento desesperado de escapar. «Por todos los dioses, ¿de verdad piensa que eso le va a funcionar?» El Uchiha negó con la cabeza, visiblemente decepcionado.
—No, Shikari, no te voy a desatar. Ya te he advertido lo que va a ocurrir si intentas escapar y quiero que sepas que tengo toda la intención de cumplir con lo que digo. Así que no tientes a la suerte.
Akame fumó otra calada. El cigarrillo ya iba por la mitad.
—¿De dónde eres, eh? ¿Kaminari no Kuni? ¿De ese pueblo del que hemos zarpado? —el renegado calló un momento. Parecía debatirse entre si preguntar algo o no, pero al final acabó agregando—. ¿Tienes familia?