23/05/2019, 11:00
—Imagínate que estás paseando por la Planicie del Silencio y de repente te cruzas, ahí surgiendo de la nada, con una montaña.
»Pues bien, con Katsudon te pasará igual.
¿Tan grande era aquel hombre? ¿Como algo tan grande iba a aparecer de la nada? ¿Era invisible desde lejos?
Ambos se rieron, aunque yo no termine de pillar el chiste.
—Es tal y como dice Datsue. ¿Alguna vez has visto un Akimichi? Son... grandes. —No. Nunca había visto un Akamichi, y si habían hablado de ellos en clase, yo no había prestado atención.—. Y no te preocupes. Si no lo reconoces, él te reconocerá a ti.
Imaginé que estaba informado de que tal vez era posible que yo le acompañara.
»Una cosa más, Reiji-kun. No te lo tomes como una misión rígida. Te envío para que veas mundo y aprendas. Para que experimentes algo distinto. Y para que observes. De todas formas, si estando fuera descubres algo que creas conveniente contarnos a Katsudon o a mi... informa.
¿Si descubría algo que creía conveniente contarles? ¿Yo podía ver algo que ellos no? Aquella frase, pese a la sonrisa de Hanabi, fue rara.
—Esta bien. Muchas gracias por todo. —Hice una reverencia.
Me giré hacia Datsue antes de irme. Mi padre tenía razón en una cosa, Hanabi había tenido que soportar mis cabezonería. Sin embargo, quien realmente me había soportado, superado mi cabezonería y ayudado era Datsue.
—Antes de irme...Quiero que sepas que también tengo pensado algo para tí, pero como el tiempo es limitado y yo no puedo pararlo... Tendrás que esperar a que vuelva
Luego me dirigí a la puerta, me giré hacía ellos, e hice una reverencia de nuevo antes de salir. Tenia muchas cosas que preparar y el día no tenía suficientes horas.
»Pues bien, con Katsudon te pasará igual.
¿Tan grande era aquel hombre? ¿Como algo tan grande iba a aparecer de la nada? ¿Era invisible desde lejos?
Ambos se rieron, aunque yo no termine de pillar el chiste.
—Es tal y como dice Datsue. ¿Alguna vez has visto un Akimichi? Son... grandes. —No. Nunca había visto un Akamichi, y si habían hablado de ellos en clase, yo no había prestado atención.—. Y no te preocupes. Si no lo reconoces, él te reconocerá a ti.
Imaginé que estaba informado de que tal vez era posible que yo le acompañara.
»Una cosa más, Reiji-kun. No te lo tomes como una misión rígida. Te envío para que veas mundo y aprendas. Para que experimentes algo distinto. Y para que observes. De todas formas, si estando fuera descubres algo que creas conveniente contarnos a Katsudon o a mi... informa.
¿Si descubría algo que creía conveniente contarles? ¿Yo podía ver algo que ellos no? Aquella frase, pese a la sonrisa de Hanabi, fue rara.
—Esta bien. Muchas gracias por todo. —Hice una reverencia.
Me giré hacia Datsue antes de irme. Mi padre tenía razón en una cosa, Hanabi había tenido que soportar mis cabezonería. Sin embargo, quien realmente me había soportado, superado mi cabezonería y ayudado era Datsue.
—Antes de irme...Quiero que sepas que también tengo pensado algo para tí, pero como el tiempo es limitado y yo no puedo pararlo... Tendrás que esperar a que vuelva
Luego me dirigí a la puerta, me giré hacía ellos, e hice una reverencia de nuevo antes de salir. Tenia muchas cosas que preparar y el día no tenía suficientes horas.