23/05/2019, 16:34
Suzaku contrajo los labios cortados en una mueca molesta. Estuvo tentado de darle una bofetada para que se espabilara, luego de arrojarle el agua por encima, pero finalmente se limitó a suspirar y entrecruzar los dedos de ambas manos tras la nuca. Luego volvió a su postura habitual, sentado en la silla, mientras no le quitaba la mirada de encima a la prostituta.
—Céntrate, coño. Que no estamos jugando. ¿Cuánto es lo suficiente? ¿Lo suficiente para conocer a los habituales? ¿Lo suficiente para conocer el negocio? ¿Lo suficiente para saber distinguir omoide de coca, y de yerba? ¿El precio de cada una, el efecto, la dosis media, los distribuidores? —el Uchiha era una auténtica ballesta de repetición, disparando preguntas como saetas, todas directas a Shikari—. Dime, Shikari. ¿Cómo de suficiente? ¿Lo suficiente para conocer a los que venden? ¿A los que la transportan? ¿A los que la compran? ¿A los de seguridad?
Se incorporó ligeramente.
—¿Cuánto, Shikari? ¿Cuánto sabes del negocio?
—Céntrate, coño. Que no estamos jugando. ¿Cuánto es lo suficiente? ¿Lo suficiente para conocer a los habituales? ¿Lo suficiente para conocer el negocio? ¿Lo suficiente para saber distinguir omoide de coca, y de yerba? ¿El precio de cada una, el efecto, la dosis media, los distribuidores? —el Uchiha era una auténtica ballesta de repetición, disparando preguntas como saetas, todas directas a Shikari—. Dime, Shikari. ¿Cómo de suficiente? ¿Lo suficiente para conocer a los que venden? ¿A los que la transportan? ¿A los que la compran? ¿A los de seguridad?
Se incorporó ligeramente.
—¿Cuánto, Shikari? ¿Cuánto sabes del negocio?