23/05/2019, 17:12
El silencio reinó durante un rato en la habitación. Akame observaba a su prisionera con ojos insondables, como si estuviera perdido en sus propios pensamientos. El cigarrillo se consumía entre los dedos índice y pulgar de su mano derecha, que lo sujetaban casi por el filtro, mientras él se mantenía allí. Inmóvil. Impasible. Al final, sonrió. Sonrió porque tenía un plan... Porque Uchiha Akame siempre tenía un plan. Y cuando despegó sus labios y su voz volvió a susurrar en la habitación, tan anodina, calma y poco imponente como sonaba, sólo quedó una pregunta más en el aire.
—¿Te gusta Tanzaku Gai, Shikari?
—¿Te gusta Tanzaku Gai, Shikari?