18/06/2019, 14:23
”¿Amiga?” ¿Todos tenían que ser tan amables en tierras lejanas? No se quejaba de ello, pero reafirmaba su sentir de rareza, de no ser lo suficientemente seria o hábil socialmente para comunicarse de forma normal. Tomó la paleta que fungiría como cubierto y cortó el okonomiyaki por la mitad, con cierta lentitud.
Se notaba que la chica era muy extrovertida, y no tardó en llenar a Ranko de comentarios y preguntas, como su lugar de origen, si estaba en una misión, y lo bonito que sería pasear por el mundo. La pelirroja no había dicho su nombre, así que Ranko tomó la iniciativa para presentarse. O al menos eso imaginaba, pues Ken, el chico, se presentó. Era un genin de Uzushiogakure, el mismo lugar del que venía la chica. Él también le preguntó sobre su aldea, y de cómo era, y también comentó que él estaba nervioso como ella.
”No. No me hace sentir mejor. Lo siento…” pensó, mientras giraba el plato y partía el okonomiyaki de nuevo, resultando en cuatro partes. Respiró profundamente antes de hablar.
—S-sí. M-mi nombre es Ra-Ranko. Sagisō Ranko, de… de Kusagakure no Sato. Es muy… árbol. ¡Digo! Hay muchos árboles. E-es bastante bonito y… y s-sí, está algo lejos. Muy lejos. Yo… —Dudó por un momento. Había estado hablando mientras lanzaba miradas relámpago cada dos por tres a la chica y al chico, y fijando los ojos por largos ratos sobre su comida y sobre el vaso de agua que la pelirroja le había pedido. Pensó que no era del todo prudente darles su razón de estar allí, pero tampoco había razón para mentirles, en realidad —. V-vine en un encomienda esp… especial —Luego se dirigió a la chica, intentando verla detrás de Ken —Gra… gracias por su… ahm… por sus buenos de-deseos. E-espero que pueda… espero que l-logre salir en av… en aventuras. Pronto.
Ranko cortó un pedacito del platillo y lo llevó a su boca. La comida callejera era un placer que pocas veces se permitía. Tal vez porque muchas veces las cosas estaban o muy condimentadas o muy fritas.
"Pero esto está bastante bien."
La chica tragó y, después de unos segundos, habló de nuevo.
—Me… ahm… M-me pareció oír que est… — Temía que la tomaran como metiche, pero era de lo poco que creía podría hablar —. Que está b-buscando a alguien, Ken-san…
No continuaría su frase, pues la idea se le había cortado en la mente mientras hablaba. Esperaba que el chico continuase. No quería meterse en asuntos de otros, pero le parecía de mala educación dejarlos hablando al aire.
Se notaba que la chica era muy extrovertida, y no tardó en llenar a Ranko de comentarios y preguntas, como su lugar de origen, si estaba en una misión, y lo bonito que sería pasear por el mundo. La pelirroja no había dicho su nombre, así que Ranko tomó la iniciativa para presentarse. O al menos eso imaginaba, pues Ken, el chico, se presentó. Era un genin de Uzushiogakure, el mismo lugar del que venía la chica. Él también le preguntó sobre su aldea, y de cómo era, y también comentó que él estaba nervioso como ella.
”No. No me hace sentir mejor. Lo siento…” pensó, mientras giraba el plato y partía el okonomiyaki de nuevo, resultando en cuatro partes. Respiró profundamente antes de hablar.
—S-sí. M-mi nombre es Ra-Ranko. Sagisō Ranko, de… de Kusagakure no Sato. Es muy… árbol. ¡Digo! Hay muchos árboles. E-es bastante bonito y… y s-sí, está algo lejos. Muy lejos. Yo… —Dudó por un momento. Había estado hablando mientras lanzaba miradas relámpago cada dos por tres a la chica y al chico, y fijando los ojos por largos ratos sobre su comida y sobre el vaso de agua que la pelirroja le había pedido. Pensó que no era del todo prudente darles su razón de estar allí, pero tampoco había razón para mentirles, en realidad —. V-vine en un encomienda esp… especial —Luego se dirigió a la chica, intentando verla detrás de Ken —Gra… gracias por su… ahm… por sus buenos de-deseos. E-espero que pueda… espero que l-logre salir en av… en aventuras. Pronto.
Ranko cortó un pedacito del platillo y lo llevó a su boca. La comida callejera era un placer que pocas veces se permitía. Tal vez porque muchas veces las cosas estaban o muy condimentadas o muy fritas.
"Pero esto está bastante bien."
La chica tragó y, después de unos segundos, habló de nuevo.
—Me… ahm… M-me pareció oír que est… — Temía que la tomaran como metiche, pero era de lo poco que creía podría hablar —. Que está b-buscando a alguien, Ken-san…
No continuaría su frase, pues la idea se le había cortado en la mente mientras hablaba. Esperaba que el chico continuase. No quería meterse en asuntos de otros, pero le parecía de mala educación dejarlos hablando al aire.
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