19/06/2019, 19:01
La kunoichi se llevó de nuevo su comida a la boca para descansar la sonrisa “Son las personas más habladoras de esta ciudad” pensó para si misma agotada de intentar mantener aquella conversación activa más de cinco minutos. Suspiró dentro del bol, no todo el mundo podía ser tan extrovertido como ella, seguro que a aquellos dos les estaba haciendo un favor al sentirse de repente dentro de una conversación, estaba segura que en pocos minutos estarían lo suficientemente cómodos como para acabar una frase con soltura con ella. “ No todos los días conozco a dos ninjas comiendo un rico plato de comida” se respondió a si misma más animada, volviendo a mirar a ambos acompañantes que parecían querer contestarle.
- ¡Encantada de conocerte Ranko!- respondió con su exceso de energía natural la pelirroja -Yo me llamo Sarutobi Hikaru. Ojalá pudiera ver todos esos árboles, seguro que es precioso. - respondió con el tono más alto de lo normal ante la perspectiva de ver lugares tan alejados, tal vez en una misión especial que por fin le permitiera sacar todo su potencial como kunoichi. - ¡Una misión especial, suena especialmente divertido y emocionante! Me seguiré esforzando en mis misiones y pronto no tendrás más remedio que darme una a la altura de mis facultades. - respondió igual de animada la pelirroja con la mejor de sus sonrisas.
-¡Claro que soy de Uzushio! – respondió casi indignada, gesticulando y quitándose sus rebeldes pelos de la frente para que su bandana quedara a la vista. Aquel genin le sonaba, estaba casi segura de que aquel muchacho le sonaba incluso de la academia, aunque si hablaba tanto como en aquella ocasión era bastante complicado que hubieran intercambiado alguna vez más de una palabra, suspiró resignada. -Vengo a hacer un encargo a uno de los herreros de la ciudad, nada importante la verdad. – suspiró de nuevo pensando en el día que le encargasen una misión de verdad.
- ¡Encantada de conocerte Ranko!- respondió con su exceso de energía natural la pelirroja -Yo me llamo Sarutobi Hikaru. Ojalá pudiera ver todos esos árboles, seguro que es precioso. - respondió con el tono más alto de lo normal ante la perspectiva de ver lugares tan alejados, tal vez en una misión especial que por fin le permitiera sacar todo su potencial como kunoichi. - ¡Una misión especial, suena especialmente divertido y emocionante! Me seguiré esforzando en mis misiones y pronto no tendrás más remedio que darme una a la altura de mis facultades. - respondió igual de animada la pelirroja con la mejor de sus sonrisas.
-¡Claro que soy de Uzushio! – respondió casi indignada, gesticulando y quitándose sus rebeldes pelos de la frente para que su bandana quedara a la vista. Aquel genin le sonaba, estaba casi segura de que aquel muchacho le sonaba incluso de la academia, aunque si hablaba tanto como en aquella ocasión era bastante complicado que hubieran intercambiado alguna vez más de una palabra, suspiró resignada. -Vengo a hacer un encargo a uno de los herreros de la ciudad, nada importante la verdad. – suspiró de nuevo pensando en el día que le encargasen una misión de verdad.