21/11/2015, 12:08
Después de que efectivamente, el rubio no entendiese a la pequeña kunoichi del remolino, se escucharon unos ladridos que pudo distinguir como conocidos, o al menos distorsionados de un recuerdo. Y, efectivamente, era el can de nombre Mike que había dejado con Nabi cuando ocurrió todo aquello, toda la disputa y su cabreo, su huida de la casa de éste. Sonrió amargamente cuando vio al perro ladrar feliz y no dudó en levantarse y apoyarse en sus rodillas para llamar así al pequeño animal, que de pequeño ya no tenía nada, puesto que en un mes ya estaba bastante crecido. Es más, si se ponía a dos patas podía alcanzar a Eri.
Bueno, puede que estemos exagerando un poco.
Cuando llegó a tierra, Nabi corrió hacia Mike y lo agarró pegándolo contra el suelo, comenzando a chillar a la pequeña huérfana que huyese de allí, pero... ¿Por qué? Incorporó su cuerpo de estar inclinado hacia delante y observó al can con los ojos bien abiertos: parecía como si un demonio lo hubiera poseído. Se llevó una mano a la boca, y sopesando rápidamente las palabras del mayor, salió corriendo en la otra dirección, acatando la orden de Nabi como si su vida dependiese de ello.
''Pero ese era Mike... Era el cachorro de la otra vez... ¿Por qué...?'' Volvían a arremolinarse en su cabeza preguntas sin respuesta, mientras seguía corriendo, intentando perder de vista al perro y a su... Su... A Nabi, y ya.
Pero la suerte, o mejor dicho, el pollo no estaba de su parte, y una de las tantas veces que se giró para mirar hacia atrás, el pequeño pollito aprovechó a saltar en un giro de su tronco y cayó a espaldas de la kunoichi. La joven no dudó en cogerle de nuevo, vaya a ser que el perro volviese a correr y se lo tomara como desayuno.
-Mío, ¡mío!
Saltaba de las manos de Eri como si estas tuviesen aceite, y la joven comenzó a llorar de la rabia, ¿qué cojones pasaba hoy? Una vez logró tomar al pollo y meterlo en su portaobjetos para asegurarse de que no saliese, comenzó a correr de nuevo, hasta que logró subirse a un tejado, donde sabía que Mike no alcanzaría. Se sentó, derrotada, y enterró su cabeza en sus manos.
Una angustia se apoderó de su pecho.
¿Y Nabi?
Bueno, puede que estemos exagerando un poco.
Cuando llegó a tierra, Nabi corrió hacia Mike y lo agarró pegándolo contra el suelo, comenzando a chillar a la pequeña huérfana que huyese de allí, pero... ¿Por qué? Incorporó su cuerpo de estar inclinado hacia delante y observó al can con los ojos bien abiertos: parecía como si un demonio lo hubiera poseído. Se llevó una mano a la boca, y sopesando rápidamente las palabras del mayor, salió corriendo en la otra dirección, acatando la orden de Nabi como si su vida dependiese de ello.
''Pero ese era Mike... Era el cachorro de la otra vez... ¿Por qué...?'' Volvían a arremolinarse en su cabeza preguntas sin respuesta, mientras seguía corriendo, intentando perder de vista al perro y a su... Su... A Nabi, y ya.
Pero la suerte, o mejor dicho, el pollo no estaba de su parte, y una de las tantas veces que se giró para mirar hacia atrás, el pequeño pollito aprovechó a saltar en un giro de su tronco y cayó a espaldas de la kunoichi. La joven no dudó en cogerle de nuevo, vaya a ser que el perro volviese a correr y se lo tomara como desayuno.
-Mío, ¡mío!
Saltaba de las manos de Eri como si estas tuviesen aceite, y la joven comenzó a llorar de la rabia, ¿qué cojones pasaba hoy? Una vez logró tomar al pollo y meterlo en su portaobjetos para asegurarse de que no saliese, comenzó a correr de nuevo, hasta que logró subirse a un tejado, donde sabía que Mike no alcanzaría. Se sentó, derrotada, y enterró su cabeza en sus manos.
Una angustia se apoderó de su pecho.
¿Y Nabi?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)