18/09/2019, 17:12
El escuálido ninja observaba a quien tenía sentado al lado con atención. Eso eran datos que el no sabía. Desde luego, en aquel país la pobreza estaba bastante extendida y parecía ser por culpa de un tirano feudal. Algo típico a decir verdad, pero a lo que él no estaba acostumbrado. En su familia, nunca había habido una gran fortuna, es mas, siempre habían sido una familia humilde en comparación con el resto de personas de su aldea. Por lo tanto, en parte, se veía identificado con ellos. Seguramente él mismo no se gastaría el poco dinero que tiene en emborracharse y tomaría otra actitud frente a la opresión pero.... Había que verse en la situación.
-Mi familia también es bastante humilde. Es cierto que en mi aldea la pobreza está menos extendida y al menos tenemos la posibilidad de trabajar remuneradamente, pero, al menos yo, no soy uno de esos shinobis adinerados y pijos como pueden ser los de algún que otro clan -Dijo esto último con algo de desprecio, y sin mirar a nadie salvo al vacío, para luego, posar su mirada sobre el panfleto que le tendía el chico.
Leyó el decreto con cierto gesto de extrañeza y luego miró a su compañero nuevamente unos segundos, para volverlo a leer, esta vez con su habitual gesto frío -No pondría la mano en el fuego por ninguno de los dos bandos, pero, viendo lo visto por aquí, no me resulta extraño que ocurran estas cosas. -Dijo sin dejar de mirar la hoja de papel, para posteriormente recogerla y, tendiéndosela al chico añadir -Tú que harías en su situación? -No añadió mas, y levantó su taza suavemente para darle otro sorbo.
-Permíteme una pregunta... A donde quieres llegar enseñándome esto? -Comentó mirándole fijamente a los ojos.
Si algo tenía claro, era que no quería mezclarse en asuntos políticos ni mucho menos con algo relacionado con conspiraciones. Si se convertía en un criminal tan pronto, seguramente su padre estaría totalmente decepcionado con él y entonces no querría volver a hablarle nunca. Necesitaba saber más datos sobre este lugar para posicionarse en alguna parte. Seguramente este chico fuera de aquí y estuviera intentando influenciarle con su opinión, no obstante, necesitaba muchos más datos que una simple imagen y algo que le habían comentado en un bar, por muy agradable que fuera la persona que se lo había hecho. Siempre había puesto en tela de juicio cualquier cosa que le habían dicho, aunque fuese alguien de expresa confianza.
-Mi familia también es bastante humilde. Es cierto que en mi aldea la pobreza está menos extendida y al menos tenemos la posibilidad de trabajar remuneradamente, pero, al menos yo, no soy uno de esos shinobis adinerados y pijos como pueden ser los de algún que otro clan -Dijo esto último con algo de desprecio, y sin mirar a nadie salvo al vacío, para luego, posar su mirada sobre el panfleto que le tendía el chico.
Leyó el decreto con cierto gesto de extrañeza y luego miró a su compañero nuevamente unos segundos, para volverlo a leer, esta vez con su habitual gesto frío -No pondría la mano en el fuego por ninguno de los dos bandos, pero, viendo lo visto por aquí, no me resulta extraño que ocurran estas cosas. -Dijo sin dejar de mirar la hoja de papel, para posteriormente recogerla y, tendiéndosela al chico añadir -Tú que harías en su situación? -No añadió mas, y levantó su taza suavemente para darle otro sorbo.
-Permíteme una pregunta... A donde quieres llegar enseñándome esto? -Comentó mirándole fijamente a los ojos.
Si algo tenía claro, era que no quería mezclarse en asuntos políticos ni mucho menos con algo relacionado con conspiraciones. Si se convertía en un criminal tan pronto, seguramente su padre estaría totalmente decepcionado con él y entonces no querría volver a hablarle nunca. Necesitaba saber más datos sobre este lugar para posicionarse en alguna parte. Seguramente este chico fuera de aquí y estuviera intentando influenciarle con su opinión, no obstante, necesitaba muchos más datos que una simple imagen y algo que le habían comentado en un bar, por muy agradable que fuera la persona que se lo había hecho. Siempre había puesto en tela de juicio cualquier cosa que le habían dicho, aunque fuese alguien de expresa confianza.