30/09/2019, 00:04
La euforia, la gente, el ánimo... todo era tan parecido que Juro se sintió en aquellas gradas, tiempo atrás, cuando le tocó participar como aspirante. Tantas cosas habían pasado desde entonces, que le daba hasta lastima. Pero no era momento de ponerse triste. El presentador comenzó a hablar del gran premio que el torneo tendría: un trozo de roca (presuntamente, caída desde el cielo. Juro tuvo sus dudas) la cuál no solamente era única en el mundo, sino que nadie había descubierto como trabajar con ella aún y se considera completamente invaluable para su venta.
« No le veo sentido. Si es algo tan importante, no deberían ofrecerlo a las bravas. Podría tener propiedades inimaginables » — Claro que había otra opción: que fuera un truco, y que el metal fuera una mentira. Pero siendo herreros, personas preparadas y expertas en el trabajo de todo tipo de material, Juro dudo que no pudieran conocerlo en ese caso.
El interés del marionetista se duplicó tras este descubrimiento.
La ronda de presentación terminó. Ya solo quedaba que comenzara la primera prueba. Afortunadamente, la experiencia le precedía: Juro ya tenía compradas las entradas antes de haber llegado hasta ahí, por lo que solo quedaba pasar el rato y esperar, en compañía de su alumno.
—Sensei, no entiendo, ¿Por qué es valiosa una roca que nadie puede usar?
— Puede que sea dificil de ver a simple vista. Pero lo importante no es el concepto de la roca, sino su valor. Su capacidad — explicó Juro —. Es como si te pregunto, ¿De qué sirve un genin para la aldea? Ahora mismo, no es un activo real en caso de batalla, pero con un tiempo y entrenamiento adecuado, lo será. Algo similar pasa con la roca.
» Aunque ahora mismo nadie sepa hacerlo, es posible que esconda alguna capacidad que pueda ser increiblemete útil. Tiene potencial. Aunque no fuera así, es solo hecho de ser algo desconocido e intratable ya le da un valor en sí misma. Supongo que la incetidumbre de su existencia es lo que la premia tanto.
« No le veo sentido. Si es algo tan importante, no deberían ofrecerlo a las bravas. Podría tener propiedades inimaginables » — Claro que había otra opción: que fuera un truco, y que el metal fuera una mentira. Pero siendo herreros, personas preparadas y expertas en el trabajo de todo tipo de material, Juro dudo que no pudieran conocerlo en ese caso.
El interés del marionetista se duplicó tras este descubrimiento.
La ronda de presentación terminó. Ya solo quedaba que comenzara la primera prueba. Afortunadamente, la experiencia le precedía: Juro ya tenía compradas las entradas antes de haber llegado hasta ahí, por lo que solo quedaba pasar el rato y esperar, en compañía de su alumno.
—Sensei, no entiendo, ¿Por qué es valiosa una roca que nadie puede usar?
— Puede que sea dificil de ver a simple vista. Pero lo importante no es el concepto de la roca, sino su valor. Su capacidad — explicó Juro —. Es como si te pregunto, ¿De qué sirve un genin para la aldea? Ahora mismo, no es un activo real en caso de batalla, pero con un tiempo y entrenamiento adecuado, lo será. Algo similar pasa con la roca.
» Aunque ahora mismo nadie sepa hacerlo, es posible que esconda alguna capacidad que pueda ser increiblemete útil. Tiene potencial. Aunque no fuera así, es solo hecho de ser algo desconocido e intratable ya le da un valor en sí misma. Supongo que la incetidumbre de su existencia es lo que la premia tanto.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60