2/10/2019, 17:27
El genin corría la dirección que aquel amable anciano le había dicho.
No sabía muy bien que esperaba encontrar, porque lo único que había escuchado de los trenes es que hacen un ruido enorme, y que se puede ver el paisaje sentado, mientras atraviesas kilómetros y kilómetros.
«¿Cómo será eso? ¿Se moverá con el viento como los barcos? No lo creo. Si es verdad que es un invento de Ame… será más raro. A esos tipos les gustan las cosas… raras.»
El sonido de un pitido semi metálico y poco natural lo devolvió a la realidad. El genin puso cara de susto al principio, y corrió lo más rápido que pudo. Al llegar al tren, se detuvo, totalmente impresionado por el tamaño de esa cosa. ¿Cuánto acero haría falta para construir semejante monstruosidad?
La gente se arremolinaba en las puertas, entrando poco a poco. Sin perder tiempo, Kazui se acercó a una de ellas, donde un señor trajeado daba el acceso. Ya casi no quedaba gente entrando. Si no se daba prisa, el tren partiría sin él y eso sí que sería un drama.
Le había costado mucho ganar ese viaje. Fueron 3 días de trabajo duro, hasta que su madre aceptó enviarlo a él, en lugar de ir ella misma al viaje. Con un último paso entró en el vagón. Ahora estaba dentro, y … «¿Y ahora qué? ¿Me siento? ¿Por dónde? ¿No habrá algún sitio en el pase? Joder, no debí pararme a comer…»
No sabía muy bien que hacer, pero al menos ya estaba dentro.
No sabía muy bien que esperaba encontrar, porque lo único que había escuchado de los trenes es que hacen un ruido enorme, y que se puede ver el paisaje sentado, mientras atraviesas kilómetros y kilómetros.
«¿Cómo será eso? ¿Se moverá con el viento como los barcos? No lo creo. Si es verdad que es un invento de Ame… será más raro. A esos tipos les gustan las cosas… raras.»
El sonido de un pitido semi metálico y poco natural lo devolvió a la realidad. El genin puso cara de susto al principio, y corrió lo más rápido que pudo. Al llegar al tren, se detuvo, totalmente impresionado por el tamaño de esa cosa. ¿Cuánto acero haría falta para construir semejante monstruosidad?
La gente se arremolinaba en las puertas, entrando poco a poco. Sin perder tiempo, Kazui se acercó a una de ellas, donde un señor trajeado daba el acceso. Ya casi no quedaba gente entrando. Si no se daba prisa, el tren partiría sin él y eso sí que sería un drama.
Le había costado mucho ganar ese viaje. Fueron 3 días de trabajo duro, hasta que su madre aceptó enviarlo a él, en lugar de ir ella misma al viaje. Con un último paso entró en el vagón. Ahora estaba dentro, y … «¿Y ahora qué? ¿Me siento? ¿Por dónde? ¿No habrá algún sitio en el pase? Joder, no debí pararme a comer…»
No sabía muy bien que hacer, pero al menos ya estaba dentro.