4/10/2019, 16:41
«¿Acostumbrado a dormir poco? Muchacho, si pareces un muerto viviente. Cualquiera diría que ese oso te ha enganchado a ti en vez de a mi», pensó Akame. El amejin no tenía buena cara, aunque asegurara que se encontraba bien. «Tal vez simplemente sea su jeta de siempre», sopesó luego el Uchiha. Sea como fuere, el peligro parecía haber pasado y Akame sólo quería descansar un rato... Cosa que no iba a ser posible. Cuando ya se encontraba recostado, más o menos cómodo, Kisame volvió a la carga con aquella pregunta sobre el Sharingan.
—Es una técnica secreta que aprendí hace mucho tiempo —respondió el aludido, escueto. Quizás en otro momento hubiera sido menos tajante, pero se encontraba herido y cansado, y no tenía ánimos para estar midiendo sus palabras a cada rato—. Me permite ver el futuro, Kisame-san. Así, cuando alguien va a traicionarme... ¡Lo sé de antemano!
De repente, Akame movió el brazo derecho hacia delante con la presteza de una centella. Antes de que Kisame pudiera darse cuenta, el Uchiha sostenía un afilado kunai en su mano, cuya punta le estaba mirando como un dedo acusador. Pasados unos momentos de tenso silencio, el exjōnin se echó a reír.
—Es broma, es broma... —admitió, mientras guardaba su arma—. Quizás mañana te cuente más sobre mi jutsu.
—Es una técnica secreta que aprendí hace mucho tiempo —respondió el aludido, escueto. Quizás en otro momento hubiera sido menos tajante, pero se encontraba herido y cansado, y no tenía ánimos para estar midiendo sus palabras a cada rato—. Me permite ver el futuro, Kisame-san. Así, cuando alguien va a traicionarme... ¡Lo sé de antemano!
De repente, Akame movió el brazo derecho hacia delante con la presteza de una centella. Antes de que Kisame pudiera darse cuenta, el Uchiha sostenía un afilado kunai en su mano, cuya punta le estaba mirando como un dedo acusador. Pasados unos momentos de tenso silencio, el exjōnin se echó a reír.
—Es broma, es broma... —admitió, mientras guardaba su arma—. Quizás mañana te cuente más sobre mi jutsu.