5/10/2019, 17:20
Kazuma y Juro se dedicaron a pasar el tiempo, con tranquilidad. Para su horror, el marionetista comprobó que todo lugar al que fueran estaba completamente abarrotado, exceptuando el misterioso edificio donde guardaban aquella caja.
—Mire eso, sensei Hasta parece que las herramientas que manejan los títeres son de verdad… Increíble, esos martillos se ven pesados.
Juro echó un vistazo. Un artista en la plaza parecía hacer alguna clase de espectáculo con títeres. Eran herreros, que trabajaban el metal. Juro pudo ver perfectamente los hilos blancos operar sobre los muñecos. Sintió una punzada de nostalgia, de repente. Era curioso, pero nunca le había gustado aquella forma de maneajr los títeres, con un eslabón de madera como punto de apoyo para los hilos. Cuando realizaba su técnica, se sentía unido a su marionera. Era... parte de él. Con esa birria de hilos, lo único que conseguía era una sensación tan antinatural que le repugnaba un poco.
Dudaba que los martillos fueran de verdad. Los hilos no podrían soportar un peso tan grande. Quizá fueran hechos de manera más liviana, o de otro material que se asemejara al metal.
— No lo creo, pero desde luego, lo aparentan. Es el objetivo de todo titiritero — le dijo, para luego confesarle, en voz más baja —. Yo podría hacer marionetas que trabajaran el hierro de verdad, por supuesto. Algún día te lo enseñaré.
Se le ocurrían miles de idas al respecto. ¿Adaptar los brazos de su marioneta para incorporar un arma? ¿Diseñar un martillo acoplado? ¿Quizá uno pegado al antebrazo , o incluso en la pierna de la marioneta? Todo era posible. Eso era su parte favorita del marionetismo.
—Mire eso, sensei Hasta parece que las herramientas que manejan los títeres son de verdad… Increíble, esos martillos se ven pesados.
Juro echó un vistazo. Un artista en la plaza parecía hacer alguna clase de espectáculo con títeres. Eran herreros, que trabajaban el metal. Juro pudo ver perfectamente los hilos blancos operar sobre los muñecos. Sintió una punzada de nostalgia, de repente. Era curioso, pero nunca le había gustado aquella forma de maneajr los títeres, con un eslabón de madera como punto de apoyo para los hilos. Cuando realizaba su técnica, se sentía unido a su marionera. Era... parte de él. Con esa birria de hilos, lo único que conseguía era una sensación tan antinatural que le repugnaba un poco.
Dudaba que los martillos fueran de verdad. Los hilos no podrían soportar un peso tan grande. Quizá fueran hechos de manera más liviana, o de otro material que se asemejara al metal.
— No lo creo, pero desde luego, lo aparentan. Es el objetivo de todo titiritero — le dijo, para luego confesarle, en voz más baja —. Yo podría hacer marionetas que trabajaran el hierro de verdad, por supuesto. Algún día te lo enseñaré.
Se le ocurrían miles de idas al respecto. ¿Adaptar los brazos de su marioneta para incorporar un arma? ¿Diseñar un martillo acoplado? ¿Quizá uno pegado al antebrazo , o incluso en la pierna de la marioneta? Todo era posible. Eso era su parte favorita del marionetismo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60