6/10/2019, 16:11
Claro, cifras. Dinero. De cuánto pone sobre la mesa cada quién. Todo en teoría siempre es muy lindo, hasta que dos contables empezaban a sacar cuentas, queriendo sacar cada vez mayor partida del otro. Pero así eran los negocios en Oonindo, tan salvaje como un combate a muerte entre dos ninjas.
De todas formas, con lo diestro que era Money en estos menesteres, confiaba en que todo iría bien.
El tema cambió súbitamente hacia otro punto de la reunión, dejando a Umigarasu en segundo plano. Ahora se hablaba de esas Trillizas —a quienes Kaido no conocía por haberse perdido en las profundidades del océano durante un par de días—. y Akame, quien había tomado la batuta de Baratie tras matar a su hermano de agua; estaba metido de lleno en el asunto. Tanto, que la mismísima anciana lo citó, siendo que el Uchiha tenía ya un plan pensado para esas tres.
Kaido se acomodó en la silla, cruzó las piernas y se tronó los dedos, impaciente.
De todas formas, con lo diestro que era Money en estos menesteres, confiaba en que todo iría bien.
El tema cambió súbitamente hacia otro punto de la reunión, dejando a Umigarasu en segundo plano. Ahora se hablaba de esas Trillizas —a quienes Kaido no conocía por haberse perdido en las profundidades del océano durante un par de días—. y Akame, quien había tomado la batuta de Baratie tras matar a su hermano de agua; estaba metido de lleno en el asunto. Tanto, que la mismísima anciana lo citó, siendo que el Uchiha tenía ya un plan pensado para esas tres.
Kaido se acomodó en la silla, cruzó las piernas y se tronó los dedos, impaciente.