7/10/2019, 12:11
(Última modificación: 7/10/2019, 12:11 por Amedama Daruu.)
—¡Por supuesto! Soy el capitan Reiji, peor pirata de los cuarenta y siete mares de Oonido.
Katsudon rió. Pero en el fondo estaba preocupado. ¿Sólo estaba interpretando un papel? ¿Sabía acaso lo que hacía a manos del timón? Las náuseas estaban empezando a venirle de nuevo.
—¿Hueles eso Katsudon? Es el olor del tan deseado botín que ansiabamos. Es el olor de la tierra firme. Voy a llamar a este mar que dejamos atrás "El mar de los Pesimistas" por que es capaz de deprimir a los hombres, pero no al peor pirata de Oonido.
—Yo no huelo a tierra, Reiji-kun. —Oh, no. Katsudon se olía algo mucho peor. Que iban a perderse por el océano y acabar en alguna isla perdida de la mano de los dioses.
—¿Nos movemos por la costa en busca de un puerto o prefieres caminar? De todos modos, no se parar el barco. Pero confío en ti y tus grandes manos para ponerte delante y pararlo en caso de emergencia, grumete de agua dulce.
Katsudon tragó saliva.
—Esperemos que no tengamos que llegar a eso. Podemos echar el ancla cuando veamos que podemos llegar caminando sobre el agua a tierra firme —dijo Katsudon—. Lo veo más seguro.
Reiji comenzó de nuevo su canción. Katsudon abandonó la cabina de nuevo, intranquilo, y decidió subir arriba con Yuuna para ver la tierra que tanto olía Reiji algo mejor.
¡Yoho Yoho el peor pirata soy!
¡Ya se navegar, y el barco llevar, pero no lo se frenar!
¡No me se guiar, ni se donde estoy, pero ya puedo preguntar!
!Yoho Yoho el peor pirata soy!
!No saqueare, ni robare, pero el tesoro encontraré!
!Ya no hay pesimistas, con tierra a la vista, yo los vuelvo optimistas!
¡Yoho Yoho el peor pirat...
El estruendo de las olas del mar ahogó cualquier canción posible. Reiji sintió que la cabina se inclinaba hacia un lado. Resbaló, dejando el timón girando a toda velocidad hacia la derecha. Su cabeza dio contra la pared. Eso dejaría un buen chichón.
Escuchó dos golpes secos en la cubierta. Katsudon y Yuuna debían haber caído también, si estaban allá arriba.
—¡¡Ahhhhhh!! ¿¡QUÉ ES ESA COSA!?
—¡Tentáculos, son tentáculos!
Incluso desde el suelo, Reiji podía ver uno de ellos. Un tentáculo enorme y morado que se balanceaba sinuoso desde la ventana de la cabina. Por cierto, entraba mucho viento.
—¿¡Pero qué es esto!? ¡Estamos... estamos... AAAAH!
Katsudon rió. Pero en el fondo estaba preocupado. ¿Sólo estaba interpretando un papel? ¿Sabía acaso lo que hacía a manos del timón? Las náuseas estaban empezando a venirle de nuevo.
—¿Hueles eso Katsudon? Es el olor del tan deseado botín que ansiabamos. Es el olor de la tierra firme. Voy a llamar a este mar que dejamos atrás "El mar de los Pesimistas" por que es capaz de deprimir a los hombres, pero no al peor pirata de Oonido.
—Yo no huelo a tierra, Reiji-kun. —Oh, no. Katsudon se olía algo mucho peor. Que iban a perderse por el océano y acabar en alguna isla perdida de la mano de los dioses.
—¿Nos movemos por la costa en busca de un puerto o prefieres caminar? De todos modos, no se parar el barco. Pero confío en ti y tus grandes manos para ponerte delante y pararlo en caso de emergencia, grumete de agua dulce.
Katsudon tragó saliva.
—Esperemos que no tengamos que llegar a eso. Podemos echar el ancla cuando veamos que podemos llegar caminando sobre el agua a tierra firme —dijo Katsudon—. Lo veo más seguro.
Reiji comenzó de nuevo su canción. Katsudon abandonó la cabina de nuevo, intranquilo, y decidió subir arriba con Yuuna para ver la tierra que tanto olía Reiji algo mejor.
¡Yoho Yoho el peor pirata soy!
¡Ya se navegar, y el barco llevar, pero no lo se frenar!
¡No me se guiar, ni se donde estoy, pero ya puedo preguntar!
!Yoho Yoho el peor pirata soy!
!No saqueare, ni robare, pero el tesoro encontraré!
!Ya no hay pesimistas, con tierra a la vista, yo los vuelvo optimistas!
¡Yoho Yoho el peor pirat...
SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
El estruendo de las olas del mar ahogó cualquier canción posible. Reiji sintió que la cabina se inclinaba hacia un lado. Resbaló, dejando el timón girando a toda velocidad hacia la derecha. Su cabeza dio contra la pared. Eso dejaría un buen chichón.
Escuchó dos golpes secos en la cubierta. Katsudon y Yuuna debían haber caído también, si estaban allá arriba.
—¡¡Ahhhhhh!! ¿¡QUÉ ES ESA COSA!?
—¡Tentáculos, son tentáculos!
Incluso desde el suelo, Reiji podía ver uno de ellos. Un tentáculo enorme y morado que se balanceaba sinuoso desde la ventana de la cabina. Por cierto, entraba mucho viento.
—¿¡Pero qué es esto!? ¡Estamos... estamos... AAAAH!
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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