9/10/2019, 22:48
Nunca se habría imaginado que unas palabras tan simples, le pudieran hacer replantearse tantas cosas... Es como si hubieran retumbado y rebotado en las cavidades de su cabeza... "Así que te diré: todos necesitamos amigos, compañero. Morimos solos, pero vivimos entre personas" No podía quitarse esa frase de la cabeza, había roto sus esquemas completamente y tenía que pensar en ello. Seguramente el Uchiha no le daría mayor importancia, pero para el amejin aquello haía sido clave. Como cuando escuchas algo que jamás te habrías planteado, pero una vez oído te parece evidente.
Continuó el resto del camino sin decir nada, simplemente dándole vueltas a la frase y pensando en si realmente era cierto eso, ya que el siempre había vivido solo y, aunque reconocía que vivir con otras personas era agradable, pensaba fervientemente que no las necesitaba en lo absoluto para su supervivencia.
Aquel paraje que se les presentaba frente a ellos parecía agradar mucho a su compañero de viaje, como si le resultara familiar, o fuese un lugar donde se sentía muy a gusto, por lo que sea. Pero a Kisame aquello no le daba más, echaba de menos la lluvia y aquel clima soleado que otros describirían como agradable, a él le parecía desagradable a la par que extraño, demasiado seco.
-Parece como si este lugar fuese la otra punta del mundo, es totalmente opuesto a mi tierra, me resulta muy extraño -Comentó cuando se pararon brevemente al pisar las tierras del País del Bosque.
Con el paso de la mañana, el clima de la zona era un hecho, ya estaban oficialmente entre aquellos bosques y, por alguna razón, estar tan lejos de casa, en un paraje con tanta vegetación y con tan poca lluvia le hacía estar nervioso, como un ratón en un tarro, encerrado e indefenso. Intentó disimularlo para que Karasu no lo notara, debía intentar aparentar fortaleza.
-Muchas gracias por la información, siempre es bueno saber de qué no puedes hablar en según qué sitios, en Notsuba estuve a punto de tener que cometer un crimen para cerrarle la boca a aquel tipo, así que... prefiero evitar las peleas aquí. -Comentó con voz solemne y tono frío, disimulando su incomodidad con el paraje tan "idílico".
Continuó el resto del camino sin decir nada, simplemente dándole vueltas a la frase y pensando en si realmente era cierto eso, ya que el siempre había vivido solo y, aunque reconocía que vivir con otras personas era agradable, pensaba fervientemente que no las necesitaba en lo absoluto para su supervivencia.
Aquel paraje que se les presentaba frente a ellos parecía agradar mucho a su compañero de viaje, como si le resultara familiar, o fuese un lugar donde se sentía muy a gusto, por lo que sea. Pero a Kisame aquello no le daba más, echaba de menos la lluvia y aquel clima soleado que otros describirían como agradable, a él le parecía desagradable a la par que extraño, demasiado seco.
-Parece como si este lugar fuese la otra punta del mundo, es totalmente opuesto a mi tierra, me resulta muy extraño -Comentó cuando se pararon brevemente al pisar las tierras del País del Bosque.
Con el paso de la mañana, el clima de la zona era un hecho, ya estaban oficialmente entre aquellos bosques y, por alguna razón, estar tan lejos de casa, en un paraje con tanta vegetación y con tan poca lluvia le hacía estar nervioso, como un ratón en un tarro, encerrado e indefenso. Intentó disimularlo para que Karasu no lo notara, debía intentar aparentar fortaleza.
-Muchas gracias por la información, siempre es bueno saber de qué no puedes hablar en según qué sitios, en Notsuba estuve a punto de tener que cometer un crimen para cerrarle la boca a aquel tipo, así que... prefiero evitar las peleas aquí. -Comentó con voz solemne y tono frío, disimulando su incomodidad con el paraje tan "idílico".