9/10/2019, 22:57
La casa parecía valer más dinero del que jamás ganaría en toda su vida, todo era caro, llamativo y, en la opinión del escuálido amejin, un poco excéntrico y ortera, pero quizás su criterio no fuese del todo válido, una persona acostumbrada a la humildad y austeridad de su casa vería estrafalario todo aquello que otras personas adineradas consideraban "de buen gusto". Aquella mujer le daba una sensación extraña y contradictoria... Una mezcla entre asco y envidia sana. Se notaba que era una de esas personas que tenía más dinero del que podía contar y que trataba a las personas que a su juicio consideraba inferiores como eso mismo.
Decidió mostrar "cara de poker" como solía hacer y seguirla hasta que, finalmente se sentó y les contó algo por lo que Kisame tuvo que contenerse para no ponerse la palma de su mano en la cara. Miró a Karamaru como buscando que él pudiera decir o hacer algo para contestarla ya que, en un primer momento, no tenía ni la mas menor idea de cómo encarar esta misión... Tras unos instantes, resolvió que lo mejor era hacerle unas preguntas a la señora, sin pretender ser pesado pero para, al menos, hacerse una idea sobre lo que era ya que, obviamente, no había ningún espíritu ni maldición en aquella casa.
-Señora, podría decirnos qué tipo de cosas le dice? -Comentó con tono frío clavándole los ojos en los suyos, intentando analizar su mirada en busca de mentira, miedo o lo que pudiera ver allí - Suele ser en algún momento concreto del día, o es algo arbitrario? -Preguntó, intentando buscarle alguna lógica, aunque no tenía claro si aquellas respuestas les iban a decir algo útil.
Decidió mostrar "cara de poker" como solía hacer y seguirla hasta que, finalmente se sentó y les contó algo por lo que Kisame tuvo que contenerse para no ponerse la palma de su mano en la cara. Miró a Karamaru como buscando que él pudiera decir o hacer algo para contestarla ya que, en un primer momento, no tenía ni la mas menor idea de cómo encarar esta misión... Tras unos instantes, resolvió que lo mejor era hacerle unas preguntas a la señora, sin pretender ser pesado pero para, al menos, hacerse una idea sobre lo que era ya que, obviamente, no había ningún espíritu ni maldición en aquella casa.
-Señora, podría decirnos qué tipo de cosas le dice? -Comentó con tono frío clavándole los ojos en los suyos, intentando analizar su mirada en busca de mentira, miedo o lo que pudiera ver allí - Suele ser en algún momento concreto del día, o es algo arbitrario? -Preguntó, intentando buscarle alguna lógica, aunque no tenía claro si aquellas respuestas les iban a decir algo útil.