11/10/2019, 16:25
«¿"Aiza"?»
Akame abandonó sus pensamientos para volver plenamente a la reunión. Lo que parecía que ya era una lonja con todo el pescado vendido, acababa de dar un giro de ciento ochenta grados con la inusual petición de Zaide. No porque el tipo estuviese interesado en que una banda de desgraciados que posiblemente iba a acumular más poder que ninguna otra en todo el País del Agua estuviera tras de ella, buscando reventarle el cráneo como bien se apresuró a apuntar Ryu; sino porque aquel tipo que desprendía un aura regia y que había demostrado ser un ninja formidable, parecía empequeñecer cuando hablaba de esa mujer. «El amor es el aliado de la oscuridad», se recordó Akame. Cuánta verdad había en esas palabras.
Kaido se mantuvo en silencio y lo mismo hizo el Uchiha. El Gran Dragón había zanjado aquel tema de forma tan tajante que a ninguno de los demás Ryutō les quedaban ganas de discutir; a Akame tampoco. Bastante había tensado ya la cuerda negociando la inmunidad de Shikari.
Akame abandonó sus pensamientos para volver plenamente a la reunión. Lo que parecía que ya era una lonja con todo el pescado vendido, acababa de dar un giro de ciento ochenta grados con la inusual petición de Zaide. No porque el tipo estuviese interesado en que una banda de desgraciados que posiblemente iba a acumular más poder que ninguna otra en todo el País del Agua estuviera tras de ella, buscando reventarle el cráneo como bien se apresuró a apuntar Ryu; sino porque aquel tipo que desprendía un aura regia y que había demostrado ser un ninja formidable, parecía empequeñecer cuando hablaba de esa mujer. «El amor es el aliado de la oscuridad», se recordó Akame. Cuánta verdad había en esas palabras.
Kaido se mantuvo en silencio y lo mismo hizo el Uchiha. El Gran Dragón había zanjado aquel tema de forma tan tajante que a ninguno de los demás Ryutō les quedaban ganas de discutir; a Akame tampoco. Bastante había tensado ya la cuerda negociando la inmunidad de Shikari.