11/10/2019, 16:52
Ah, pero claro: nada podía ser tan fácil. Sekiryu había puesto en las manos de Zaide —y Akame al convencerle de que tomara la tercera vía— una herramienta muy poderosa que el Uchiha no dudó en utilizar; el consenso de la mayoría. La peligrosa mayoría. Conforme el rapado iba perdiendo los nervios y los votos se sucedían, Akame se dio cuenta de que iban a quedar ellos dos, los novatos, en el brete de tener que desempatar semejante fregado. El Uchiha quería evitarse problemas y enfrentamientos, de modo que había esperado con poder ejercer apenas de peso estético, en una balanza ya inclinada hacia un lado. Pero no iba a ser así, y ahora tanto él como Kaido tenían que resolver.
Miró a su compañero azul de reojo, durante un momento. Luego a Money.
—Estoy con Money-san. La venganza es un mal negocio —acabó por decir—. Yo voto por olvidarnos de esa tipa.
¡Y a ver quién tenía cojones de replicarle aquellas palabras! Akame había sufrido tantos agravios y había sido traicionado por tanta gente que —como él mismo le había dicho a Zaide— si tuviera que cobrarse todas las venganzas que los dioses le debían, no cabría un sólo alma más en el Yomi luego de que él hubiese terminado. Sí, tenía autoridad moral para ejercer aquella postura, y lo hizo sin tapujos.
Lo de Hōzuki Chokichi... Bueno, hasta los mejores profesionales cometen un desliz.
Miró a su compañero azul de reojo, durante un momento. Luego a Money.
—Estoy con Money-san. La venganza es un mal negocio —acabó por decir—. Yo voto por olvidarnos de esa tipa.
¡Y a ver quién tenía cojones de replicarle aquellas palabras! Akame había sufrido tantos agravios y había sido traicionado por tanta gente que —como él mismo le había dicho a Zaide— si tuviera que cobrarse todas las venganzas que los dioses le debían, no cabría un sólo alma más en el Yomi luego de que él hubiese terminado. Sí, tenía autoridad moral para ejercer aquella postura, y lo hizo sin tapujos.
Lo de Hōzuki Chokichi... Bueno, hasta los mejores profesionales cometen un desliz.