15/10/2019, 19:35
Akame escuchó la historia de Otohime; tan trágica o tan poco como podía esperarse. No podía decir que hubiese conocido a muchas mujeres como ella, con ese aire de misterio, pero sí algunas que se le parecían en algo: eran guerreras. Ese pensamiento le evocó recuerdos que el Uchiha dedicó los siguientes instantes a apartar de su cabeza, bastante tenía ya con la realidad como para encima preocuparse por el mundo de los sueños. No obstante, el paralelismo entre la forma en la que Otohime había asesinado al anterior Ryutō y la forma en la que él mismo se había convertido en Cabeza de Dragón le arrancó una risotada amarga, que pasó de explicar.
—Pues te enseñó bien, no me jodas. Lo que hiciste conmigo no podría haberlo hecho cualquiera, ni siquiera en el Remolino —alabó Akame, y no era para menos. Ni siquiera durante su largo cautiverio en las mazmorras del Uzukage, los de Hanabi se habían dado cuenta del sello que tenía en el pecho. Y sin embargo aquella mujer lo había olido nada más acercarse, como un sabueso de caza bien entrenado—. Parece que tienes una tarea casi más jodida que la mía por delante, no te envidio, Otohime.
La mano derecha empezaba a temblarle. Le vendría realmente bien un cigarro, pero se negaba a abandonar la habitación y dejar aquel tema a medias. No cuando, por fin, era él quien estaba obteniendo respuestas.
—Pues te enseñó bien, no me jodas. Lo que hiciste conmigo no podría haberlo hecho cualquiera, ni siquiera en el Remolino —alabó Akame, y no era para menos. Ni siquiera durante su largo cautiverio en las mazmorras del Uzukage, los de Hanabi se habían dado cuenta del sello que tenía en el pecho. Y sin embargo aquella mujer lo había olido nada más acercarse, como un sabueso de caza bien entrenado—. Parece que tienes una tarea casi más jodida que la mía por delante, no te envidio, Otohime.
La mano derecha empezaba a temblarle. Le vendría realmente bien un cigarro, pero se negaba a abandonar la habitación y dejar aquel tema a medias. No cuando, por fin, era él quien estaba obteniendo respuestas.